El deportivismo empieza a vislumbrar la hoja de ruta de la que será la nueva realidad de su club. Juan Carlos Escotet, cabeza visible de Abanca, y Fernando Vidal, único aspirante a la presidencia del Dépor, presentaron ayer el "plan de viabilidad" con el que pretenden asegurar el futuro del clubAbancaFernando VidalDépor, que pasa en un primer momento por la concesión por parte de la entidad bancaria de "un crédito participativo de cinco millones" posteriormente capitalizable "antes del 30 de marzo", que cambiará el mapa accionarial y que permitirá aumentar el tope salarial para realizar fichajes en hasta "2,1 millones", a gastar "entre esta ventana de fichajes y la siguiente", aunque si se creyese conveniente, se "podría" emplear el total del montante en este mes de enero, según reveló Fernando Vidal.

Este préstamo "ya está firmado", aunque su posterior capitalización y una ampliación de capital de otros diez millones que se realizará de manera paralela serán aprobados en otra junta a celebrar en febrero. Esta ampliación se realizará en una única fase sin facilitar la entrada a inversores externos y permitirá a los actuales accionistas "mantener su cuota" de inversión, aunque su peso quedará diluido por la irrupción de Abanca a partir de la capitalización previa, que le colocará de entrada con más de un 30%, aunque puede reducirse hasta un 20%. Estos movimientos elevarán el capital social hasta unos 25 millones como máximo.

"Nunca vi una empresa tan escarallada como esta". El venezolano Juan Carlos Escotet recurrió a una expresión tan gallega para expresar de manera certera cómo está a su juicio el estado financiero del club. Calificó de "agobiante" la situación con 83 millones de deuda, "58 con Abanca", y 73 de saldo negativo, que proporciona "una exigua capacidad de maniobra" a la entidad. Con facturas a pagar, ingresos reducidos, sin saber en qué categoría puede militar y sin activos, las cuentas no salen. "No hay manera de hacer sustentable la empresa con los números actuales y el nivel de incerteza. Es la primera vez que nos toca gerenciar algo así", admite. Aun así, cree ver futuro, luz al final del túnel. "Apostando a medio y largo plazo, va a ser viable y rescatable. ¿Qué tiene que pasar? Si no hay certeza de ingresos, hay que capitalizarla. Y lo vamos a hacer hasta donde sea necesario, pero con las condiciones que pongo encima de la mesa: esto se tiene que profesionalizar", apostilla fiándolo todo a planes de negocio para convertir al Deportivo en una SAD más estable ante un accionariado voluble. "Una empresa que tiene una estructura como Dios manda no cambia su estructura de ejecución solo porque se hayan enojado dos accionistas, mantiene sus objetivos a largo plazo, que es lo que le asegurará éxito y sostenibilidad".

Escotet y Vidal coincidieron en que este plan es la única vía para rescatar al Dépor. El único aspirante a la presidencia, que se presentó para salvar al club de la "quiebra deportiva, social y económica", elogió el crédito firmado con Abanca en 2017 que permitió liquidar la deuda con la Hacienda "sin el que el Dépor estaría fulminado" y cree que la afición comprenderá la nueva realidad porque "no hay otro camino": "Esto lo entienden la mayor parte de los deportivistas. Sin seguro de descenso, en Segunda tenemos un tope salarial de la mitad para abajo porque tenemos deuda, hay que reconducirla. ¿Cuál es la otra solución? Se ha buscado, pero aquí hace falta dinero porque esto se nos va abajo. El Dépor puede aguantar uno o dos años en la categoría, pero el tercero... No quiero ni pensar en un descenso a Segunda B, es causa de disolución".

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Escotet y Vidal desgranan el acuerdo de Abanca con el Deportivo

Queda por concretar de manera pormenorizada cuál será el mapa accionarial tras la capitalización del crédito participativo y la ampliación de capital, pero es mas que probable que Abanca se convierta en el máximo accionista. El "capitalismo popular" de 1992 da el paso definitivo para desaparecer. Escotet asegura que no es el escenario que más le agrada, pero está preparado para responder y cree que esta operación no difiere de otras que han realizado con empresas gallegas: "Los únicos escenarios que imagino son comprar bancos y compañías de seguro, que es de lo que sabemos. Vernos en una vía forzosa y en una operación de rescate de estas características en un negocio que nos resulta ajeno es el último camino que nos interesa transitar. Pero cuando nos ha tocado, hemos rescatado a empresas gallegas en las mismas condiciones. No le tenemos miedo al reto y estamos convencidos de que, en un horizonte de tiempo prudente, bien definido y con intención irrenunciable de ejecutarlo, se podrán resolver los problemas".

Tras los movimientos inmediatos, Vidal admite que es más que probable que vengan más capitalizaciones a medio plazo, aunque ese paso está supeditado al estudio que hará una consultoría externa. "Será necesario con parte o la totalidad de la deuda de Abanca para que el club tenga viabilidad", asegura.

SIN VARITA MÁGICA

Escotet, que apunta que "no habrá una operación acordeón' reconoce que es el momento de tomar decisiones, pero la intervención de Abanca no asegura un éxito inmediato: "Al club hay que dotarlo de recursos, reducir la deuda y asegurar un proyecto de sostenibilidad. Soy fanático, pero no sé nada de fútbol. Por resolver el problema de la estructura financiera, no estaremos en dos años en Primera División, que es donde le correspondería a una marca como el Dépor. Parece poco posible que se logre, sería una estupidez decirlo".