Fernando Vidal aterrizó ayer en la presidencia del Deportivo con un mensaje conciliador centrado en recuperar la paz social en el club y con un alegato en favor del acuerdo recién firmado con Abanca. Aseguró llegar "libre" y sin ataduras, con un proyecto "limpio" que aglutine a "todos los deportivistas". Asume la presidencia, dijo, sin mirar "al pasado" y con la vista puesta en construir un futuro "remando en la misma dirección", aunque deslizó una crítica a la interior directiva.

"Ante la dimisión del consejo de administración presidido por Franciso Martínez Zas y su posterior desgobierno, este grupo de deportivistas al que me siento orgullo de pertenecer hemos dado un paso al frente porque no podemos permitir que esto se hunda", argumentó Vidal en su discurso como nuevo presidente.

"Estamos ante un momento sin precedentes en la historia del club, la amenaza de un descenso al infierno de la Segunda B con una deuda enorme", recordó antes de defender la firma del acuerdo con Abanca que desembocará en la toma de control del club por parte de la entidad financiera en cuanto convierta en acciones parte de la deuda que mantiene con la sociedad blanquiazul.

"Este proyecto no es una opción, es una necesidad de la que queremos que seáis partícipes", reflexionó acerca de la candidatura que ha preparado y que ayer desembocó en un nuevo consejo de administración.

El acuerdo con Abanca, defendió Vidal ante los accionistas presentes en la asamblea, blinda al club frente a un "inversor extranjero" y permite garantizar su viabilidad. Por ese motivo reclamó que se sientan "orgullosos" de él. "Queremos que el deportivismo esté orgulloso de este acuerdo. Abanca, con este crédito participativo de cinco millones de euros y de las posteriores capitalizaciones de una parte de su crédito, evita la irrupción de un inversor extranjero que ignorase lo que es nuestro Deportivo", subrayó.

Vidal también mandó un mensaje a aquellos que cuestionan la operación por liquidar la estructura accionarial del club hasta la fecha. "Lo que a todos nos gustaría sería mantener la filosofía inicial del club, consistente en que el capital social estuviera repartido entre el mayor número de accionistas, pero el tiempo, los avatares económicos y los resultados deportivos nos han puesto de manifiesto que eso es imposible desde hace algunos años", apuntó.