Carmelo del Pozo (Segovia,1969) dejó de ser ayer el director deportivo del Deportivo, tras la decisión del consejo de administración de rescindir el contrato que lo ligaba al club coruñés hasta junio de 2021. "El Real Club Deportivo ha decidido rescindir el contrato que le vinculaba con el, hasta hoy, director deportivo del club, Carmelo del Pozo. El cambio de administradores y de política deportiva hacen que se haya tomado la determinación de este cese", explicaba el club en su página web.

Del Pozo llegó al conjunto blanquiazul en el verano de 2018 procedente del Levante para cubrir la marcha de Richard Barral, que se había marchado en enero, justo cuando se iniciaba el mercado de invierno del curso 2018-19. Con el Deportivo de regreso a Segunda División, el segoviano estaba encargado de confeccionar una plantilla que permitiera alcanzar el ascenso a la primera, como había sucedido en las dos anteriores temporadas en las que había descendido a la categoría de plata.

El hasta ayer director deportivo disponía del tercer tope salarial y formó una plantilla con 16 caras nuevas, tres de ellas llegadas tras la apertura del periodo de fichajes en enero de 2019. Un equipo llamado a ascender, de hecho la mayoría de los entrenadores adversarios no dudaban que lo conseguiría, algunos solo se preguntaban cuándo lo haría, como es el caso de Jagoba Arrasate, técnico de Osasuna, en su visita a Riazor en la primera vuelta: "La pregunta no es si el Deportivo va a ascender; la pregunta es cuándo va a ascender".

Cambio en el banquillo

Pese al potencial del equipo que tenía Natxo González a sus órdenes, los blanquiazules se fueron desinflando tras el inicio de la segunda vuelta y llegaron a estar incluso fuera de los puestos de play off. Se produjo el cambio en el banquillo y llegó José Luis Martí, el balear logró disputar la promoción de ascenso, en la que eliminó al Málaga en la primera eliminatoria y superó al Mallorca en Riazor en la ida (2-0), pero sucumbió de forma estrepitosa en la vuelta en Son Moix y se quedó en Segunda División.

El segundo año en la categoría de plata el Deportivo vio reducida sensiblemente su capacidad económica, tanto para fichar como para el manejo del día a día del propio club. "La principal preocupación de Carmelo después del fracaso de Mallorca era la viabilidad del club, la pérdida económica por no lograr el ascenso era muy importante y eso podría afectar a numerosos puestos de trabajo de los casi 100 empleados que tiene el club, esa era su principal obsesión y a partir de ahí formar un equipo", aseguraba un empleado hace unas semanas.

La falta de recursos económicos llevaron a Del Pozo a buscar la salida de futbolistas que él mismo había contratado, que se sumaban a las de los futbolistas cedidos, y además se vio obligado a tratar de liberar al club de los contratos más altos. En su primer año consiguió la incorporación de 13 futbolistas: Dani Giménez, Adrián Ortolá, David Simón, Domingos Duarte, Pablo Marí, Sebastián Dubarbier, Michele Somma, Didier Moreno, Vicente Gómez, Pedro Sánchez, Carlos Fernández, Quique González y Christian Santos. Estos en el verano, en el mercado de invierno llegaron Nahuel Leiva, Íñigo López y Vítor Silva.

Hasta 17 se marcharon tras el fiasco de Palma de Mallorca. Todos los cedidos, los dos traspasados „Edu Expósito y Quique González„, los que acababan contrato y las rescisiones de Pedro Mosquera y Diego Caballo, además de la marcha de Pedro Sánchez una vez iniciada la temporada actual. Cuatro de ellos pertenecen a equipos de Primera División: Duarte y Carlos Fernández (Granada), Edu Expósito y Quique González (Eibar); y Pablo Marí se proclamó campeón del Brasil y de la Copa Libertadores de América con el Flamengo de Río de Janeiro.

La plantilla 2019-2020 cambiaba de forma radical, ya que los medios económicos menguaron considerablemente. De 23 millones de euros, el Deportivo pasó a disponer de 11,3, de los que 8,5 estaban destinados al primer equipo. Y llegaron 14 nuevos futbolistas en el verano. El club coruñés era el sexto en el tope salarial, pero con futbolistas "para estar en una posición superior por su valía", según había manifestado el anterior presidente, Paco Zas, poco después de comenzar la competición. Sin embargo, el equipo entró en barrena. Llegó al último partido del año en la última posición de la tabla y con una sola victoria en su casillero. La segunda llegó en el encuentro contra el Tenerife, que cerró la primera vuelta del campeonato. La plantilla confeccionada por Carmelo del Pozo era cuestionada, por extensión el trabajo del director deportivo.

La crisis social se había llevado por delante al consejo presidido por Tino Fernández, que en abril anunció su dimisión, y también a su sustituto, Paco Zas, que permaneció de mayo a diciembre en la presidencia. Con el exfutbolista blanquiazul al mando, Carmelo del Pozo se sintió reforzado y continuó con su trabajo; ahora, con la llegada de Fernando Vidal al frente del club, el papel del segoviano llegó a su fin. "El Real Club Deportivo quiere agradecer a Carmelo del Pozo su profesionalidad y dedicación durante todo el tiempo en el que ha pertenecido al club como máximo responsable de la parcela deportiva, deseándole éxitos profesionales y personales en el futuro", añade el comunicado, que también incluye una breve despedida del segoviano.