Uche Agbo (Kano, Nigeria, 1995) aterrizó en el Deportivo hace un par de semanas después de un periplo por diferentes equipos en los que apenas tuvo participación. Del Standard de Lieja pasó en enero del año pasado al Rayo Vallecano y después al Sporting de Braga sin recuperar el protagonismo que tuvo en el Granada y en su primera etapa en Bélgica. Poco le importó a Fernando Vázquez, que le hizo debutar en Albacete como titular ante la baja por sanción de Peru Nolaskoain. En medio de la ola de optimismo que rodea al club, el centrocampista nigeriano se muestra ambicioso y mira más allá de la permanencia mientras responde en inglés a las preguntas con la ayuda de la traductora del club, aunque se defiende con el castellano.

¿Qué tal la llegada y el recibimiento de sus compañeros?

Me encuentro fenomenal y feliz por la victoria en el debut. Los jugadores somos como una familia, me siento como en casa.

¿No da cierto vértigo llegar a un equipo como el Deportivo en esa situación?

No realmente. El club es muy grande y su historia también, lo que ocurre es que en el fútbol en ocasiones se pasan etapas malas.

¿Le extrañó ver al equipo en esa situación antes de llegar?

Antes de venir miré la clasificación y me sorprendió la posición en la que estaba el equipo. Cuando llegué y vi los partidos contra el Racing y el Cádiz me di cuenta de que simplemente hay buenos y malos momentos. Ahora mismo es el momento del Deportivo.

¿Le encuentra alguna explicación al cambio experimentado por el equipo?

Los jugadores del equipo son top, simplemente fue un momento malo al principio de temporada. Ahora estamos en una racha buena y hay que aprovecharla.

En su presentación dijo que el ambiente de Riazor le había impresionado, ¿ve como algo especial para usted este partido contra Las Palmas?

El partido es especial para todos los jugadores y para todo el equipo, no solo para mí. Si ganamos seguramente vamos a escalar más posiciones en la clasificación. Para muchos el objetivo es salvarse, pero para mí es meterse en el play off.

¿Cree que es posible?

Por supuesto, es muy posible. Hemos ganado los últimos cinco partidos y hay que aprovechar esa racha para seguir ganando.

Esa ambición que muestra contrasta con la cautela de su entrenador y muchos de sus compañeros...

Ahora que estamos ganando, la mentalidad en el equipo ha cambiado. Creo que todos tenemos las mismas sensaciones para jugar ese play off.

¿Cómo se sintió en su primer partido?

En la primera parte me sentí bien y el equipo en general también estuvo bien, pero en la segunda quizás estuve un poco más nervioso porque ya no teníamos el balón tanto.

Fernando Vázquez deslizó que quizá le pudo faltar algo de ritmo...

Puede ser. Hace tiempo que no tengo muchos minutos de partido y ahora mismo lo que necesito son precisamente minutos para mostrar lo que puedo aportar.

La percepción es que su tarea en el centro del campo será la más sacrificada, ¿encaja en ese perfil?

Creo que en los últimos tres o cuatro años jugando en Primera División he mejorado con respecto a cuando empecé en el Granada. Antes era un jugador más físico, pero creo que he mejorado desde entonces. Combino el físico y el trato del balón.

¿Qué le pide Fernando Vázquez en el campo?

Es un entrenador muy agradable y es como un padre para todos nosotros en el vestuario. Habla bien de todo el mundo, te motiva y siempre te pide que des un poco más. Nos dice que si no podemos dar más, que se lo digamos para saber lo que tiene que hacer.

¿Se ve en el Deportivo más allá de esta temporada?

Ahora mismo no lo podría decir. Quiero disfrutar aquí y pensar solo en eso.

¿Qué problema había con su corazón?

Realmente no tengo problemas de corazón. Nunca los he tenido. Simplemente a veces cuando se va a un equipo se tiene que comprobar el corazón muy bien.