Un trotamundos que busca una nueva vida en el Deportivo de la resurrección. La gran e inesperada apuesta del club coruñés en el cierre de mercado se llama Keko Gontán (Brunete, 1991), un futbolista que asomó en el Atlético de Madrid siendo un adolescente y que se vio ensombrecido en estos últimos meses de competición por la situación del Málaga. El extremo, uno más ya en Abegondo, busca ahora puerto refugio en A Coruña, así como hace unos meses pretendió encontrar su punto de apoyo en Valladolid. Allí volvió a toparse con el exdeportivista Borja Fernández, con el que ya había compartido césped en Pucela en la 2009-2010, y que lo considera "una de las grandes personas que se ha encontrado en el mundo del fútbol".

"El Deportivo ha acertado con su fichaje. Es de los importantes, no es un futbolista para rellenar la plantilla o cubrir huecos", apunta el ourensano, uno de los recordados del ascenso blanquiazul de 2012 en el que se encumbró, entre otros logros, por su recordado gol en Balaídos en el descuento. El pivote, ya retirado, esboza las cualidades de Keko, un jugador de banda "muy veloz y que sabe aprovechar bien los espacios, pero también trabajador, que ayuda bastante en defensa".

A sus 28 años, el extremo puede aportar también un punto de experiencia a una plantilla a la que le ha podido la mala situación en muchos momentos de la temporada. Su larga trayectoria en el fútbol italiano y en LaLiga de Primera y Segunda invita a pensar que está en los últimos años de carrera, pero no es así: "Hay jugadores que empiezan pronto, parece que son veteranos y uno se sorprende al ver su edad. Él ya lleva tiempo, le puede aportar mucho al Deportivo". Una década al más alto nivel le otorga el poso necesario y, más allá de sus últimos meses en Málaga, ha dejado pinceladas recientes de rendimiento al más alto nivel. "El año pasado jugó cerca de 30 partidos en Primera División, marcó goles y fue útil a su equipo. Yo creo que no hay que tener ninguna duda con él", refuerza.

Su contribución va más allá de lo que ofrece en el terreno de juego. Borja lo considera "una persona bastante activa y trabajadora", que "llega siempre muy temprano a los entrenamientos". Listo para ejercitarse, también para el trabajo invisible y para conectar en el vestuario: "Se cuida y es divertido, le gusta entrar en las bromas del equipo. Habla mucho con la gente y le encanta conocer los sitios a los que va", concluye.

Recuperar su vida

Keko llega a A Coruña para relanzar su carrera tras el impás de Málaga. Borja Fernández ya ha dejado atrás esa etapa tras retirarse en el Valladolid, pero desea recuperar parte de su vida. Al ourensano le salpicó la operación Oikos cuando estaba a punto de empezar un nuevo camino en los despachos de Pucela. El exdeportivista defiende su inocencia y está deseando que se le desvincule totalmente del caso para empezar a dar carpetazo a una etapa que nunca deseó vivir. "Estoy bien, pero cansado de que esto no se resuelva ya", asegura con profundo hartazgo. "Ya se vio desde el principio que yo no tengo nada que ver y sigo metido en el proceso por miedos de alguna gente que no hace bien su trabajo. Y estoy aquí fastidiado sin poder hacer la actividad por la cual me retiré", concluye con la esperanza de que esta pesadilla "se acabe ya y así poder trabajar". Su deseo no va más allá de que "que se limpie totalmente" su nombre.