Víctor Mollejo (La Villa de Don Fadrique, 2001) ha hecho de todo esta temporada: delantero, extremo, segundo punta y ahora lateral izquierdo, más bien carrilero de largo recorrido ida y vuelta. El joven acepta de buen grado su nuevo rol, lo que sea para ayudar al equipo de Fernando Vázquez a prolongar lo máximo posible la espectacular reacción de los últimos dos meses, con una racha triunfal de siete victorias consecutivas cortada con el empate ante el Girona en un partido condicionado por varios errores arbitrales.

¿Le ha pasado ya el cabrero con Figueroa Vázquez?

Sí. Ya es pasado. Los árbitros tienen partidos buenos y malos. El otro día, por mala suerte para nosotros, quizá no estuvo acertado en algunas situaciones, pero hablando con compañeros a los que les había pitado más veces, me dicen que es un gran árbitro, que tuvo un partido malo, pero que es un gran árbitro.

Con esos dos puntos que se escaparon en los minutos finales el Dépor estaría ahora más cerca del play off que del descenso. ¿Hacía dónde miran?

Miramos hacia abajo porque estamos más cerca de abajo que de arriba, y sobre todo porque también hemos estado muy mal. Hemos pasado momentos muy duros. Tenemos ilusión por seguir ganando, por seguir haciendo las cosas bien y, a partir de ahí, ya veremos hasta dónde llegamos.

¿La afición tiene derecho a soñar?

Sí. Es necesario. En el mundo del fútbol la ilusión es muy importante. Entiendo perfectamente que la gente esté ilusionada y mire para arriba. Nosotros estamos a lo nuestro. Sabemos lo que hemos pasado, vamos con calma y tranquilidad. Nuestros resultados dirán dónde podemos llegar.

Como dice Fernando Vázquez, si llegan a los 51 puntos y quedan jornadas por delante, de vacaciones no se van a ir...

No, ni mucho menos. Vamos a luchar hasta el final por quedar lo más arriba posible. Aunque parezca que está lejos, no lo está tanto. La segunda es una competición muy extraña y muy competitiva. Ganas dos partidos y ya se habla de play off, y pierdes dos y ya se habla de descenso. Nosotros, como dice el míster, vamos partido a partido, con calma. A ver qué deparan sobre todo las próximas jornadas, que son muy importantes.

Hace dos meses ir a La Romareda era casi una condena segura. ¿Ahora ha cambiado la forma de afrontar los partidos?

Sí. Ahora vamos a cualquier estadio, jugamos contra cualquier equipo, y nos basamos en que, si nosotros estamos al nivel que estamos mostrando ahora, seguro que vamos a competir bien el partido. Y encima con esa pizca de fortuna que nunca veníamos teniendo. Ahora cada vez que tenemos una ocasión la estamos metiendo. Vamos al campo del Zaragoza sabiendo que haciendo el fútbol que estamos haciendo nos van las cosas bien, y que tenemos confianza en nuestros compañeros y en uno mismo.

¿Ahora hay una idea clara y todos van a muerte con ella?

Claro. El míster ha llegado, ha plasmado su idea, las cosas nos salen bien y no podemos quejarnos de nada, porque esta idea de fútbol es la que nos ha hecho resurgir un poco de nuestras cenizas. Nosotros vamos a muerte con el míster, con lo que él decida. Ahora está tocando jugar de esta manera, está saliendo bien, y si el míster decide seguir jugando así, nosotros a muerte.

¿Se siente cada vez mejor en ese nuevo rol de lateral?

En ataque estoy muy cómodo. Sobre todo en Riazor puedo mostrar lo que soy yo, porque Çolak se mete mucho por medio, también atraemos mucho en la parte derecha del campo y al final se me queda a mí todo el carril. Y en defensa, estoy aprendiendo de mis compañeros y del míster, poco a poco. Yo soy delantero, estoy jugando prácticamente de defensa, e intento aprender automatismos que antes no tenía.

Bóveda, desde el otro carril, también está llegando mucho arriba, y el otro día frente al Girona le devolvió la asistencia de gol que usted le dio contra Las Palmas. ¿Le está ayudando a aclimatarse a la posición?

Sí, claro, todos los compañeros, sobre todo los que juegan en esa posición: David Simón, Eneko [Bóveda], Luis Ruiz y Salva me ayudan a ir poco a poco cogiendo esos conceptos. En cuanto a lo de llegar arriba, al final jugamos con un delantero solo y es importante que lleguemos tanto Eneko como yo a línea de fondo y a rematar para acumular gente en el área. Por suerte, está saliendo bien.

Titular con Anquela, con Luis César y ahora con Vázquez. ¿Contento a nivel personal?

Sí, muy satisfecho y agradecido también a los tres que me han dado esa confianza. Creo que por unas circunstancias u otras las cosas no salían, pero se trabajaba bien. Ahora que ha llegado Fernando se trabaja de manera diferente, está funcionando, lo estamos haciendo muy bien y estoy muy contento porque poder disputar todos los partidos en mi primer año de profesional es algo que casi ni imaginaba.

La fogosidad es una de las características de su fútbol, ¿Vázquez le está ayudando a frenar ese ímpetu para evitar riesgos?

Él no me dice que deje de ir fuerte, me dice que siga yendo así pero que no gaste energía en el árbitro, en protestas y cosas así. Intenta hacerme ver que tengo que ahorrar un poquito de energía en cosas externas. Poco a poco noto que lo estoy mejorando. Recibí tarjeta amarilla en dos o tres partidos por cosas de este tipo y, evidentemente, el míster me está ayudando y yo le estoy haciendo caso, que es lo importante.

¿Mejor si Luis Suárez no juega mañana?

Indiferente. Esté quien esté, si el Dépor está al nivel que viene mostrando estos partidos, seguro que en defensa al que juegue le vamos a intentar parar bien y en ataque seguiremos igual, así que me es indiferente quién juegue.

¿Es partidario de fichar un central para suplir a Somma?

Es una baja muy importante porque es muy querido dentro del vestuario y lo estaba haciendo muy bien. Es un golpe duro pero él es fuerte y seguro que se va a sobreponer bien. En cuanto a fichar o no, es decisión de la directiva y del míster. Yo me limito a jugar. Si llega un nuevo compañero, será recibido con los brazos abiertos.