Lograda la permanencia, el Deportivo Abanca depositó sus ilusiones en hacer un buen papel en la Copa de la Reina para refrescar los éxitos de aquel Karbo histórico del que hace casi cuatro años recogió el testigo como estandarte en la elite del fútbol femenino gallego. Después de dejar en la cuneta al Valencia en la eliminatoria inaugural de octavos de final con una contundente goleada (7-2), el grupo que dirige Manu Sánchez alimentó sus esperanzas de convertirse en la sensación del torneo tal y como había hecho en la Liga, pero el sorteo les emparejó con el rival al que todos querían evitar.

El bombo les reservó en cuartos de final un emparejamiento con un Barcelona que se ha mostrado intratable a lo largo de toda la temporada. La mala fortuna para las deportivistas ni siquiera la mitigó la posibilidad de repetir la experiencia de jugar en Riazor como ante el Valencia, cuando lograron reunir en las gradas a más de 7.000 aficionados. El partido será esta tarde en el estadio Johan Cruyff (19.00 horas) con, en apariencia, todo en contra para el conjunto blanquiazul.

El Barcelona es líder destacado en la Liga y, cuatro años después, va camino de ganar el título tras proclamarse campeón de la Supercopa con autoridad. El equipo azulgrana se mantiene además invicto esta temporada y reúne a algunas de las mejores jugadoras a nivel mundial, espejos en los que mirarse incluso para las deportivistas.

Sandra Paños, Mapi León, Vicky Losada o Jennifer Hermoso pondrán a prueba la ilusión de un Deportivo Abanca al que no le asusta el precedente del campeonato de Liga (6-1) y que se apoyará en las mismas armas empleadas hasta la fecha para convertirse en el equipo revelación de la temporada.

La mejor baza de las blanquiazules será precisamente saberse ajenas a cualquier favoritismo. Eso recae en el Barcelona y con ello la presión del resultado. Ahí ha estado en parte el secreto del éxito de un Deportivo Abanca que ha sabido traducir en resultados su supuesta debilidad a lo largo de un curso que se presentaba como el de su estreno en la elite del fútbol femenino. Con una mezcla de atrevimiento, desparpajo y algo de riesgo, Manu Sánchez ha logrado conjugar los elementos necesarios para que su equipo lograra sorprender a lo largo de la temporada a rivales teóricamente superiores.

Las blanquiazules llegan al partido en un momento irregular. Han firmado actuaciones de mérito, como ante el Valencia en los octavos de Copa o frente al Sporting Huelva en la última jornada de Liga, y también han dejado algunas dudas, como le ocurrió en las derrotas ante el Athletic y el Rayo Vallecano.