El cabezazo de Hamraoui y ver a todas las deportivistas llorando sobre el césped fue el desenlace más cruel posible a una tarde que, a pesar de la puñalada final, quedará en un lugar preferente en la breve historia del recién recuperado Dépor Abanca. Si el club revivió a su equipo femenino fue para pelear con los grandes, fue para ponerles contra las cuerdas, y el estratosférico e intratable Barcelona bajó de los cielos y sudó sangre para hacer hincar la rodilla a las heroínas blanquiazules. Faltó tan poco... Pero hasta las mayores epopeyas tienen un borrón y, para desgracia coruñesa, se produjo en el minuto 120, ya en la prórroga, cuando no quedaba tiempo ni para respirar. El tanto echó por tierra un ejercicio numantino de fe y resistencia en el que se multiplicaron las piernas para tapar y las manos del pulpo Sullastres para abortar cualquier intento culé. No pasarán. Todo deportivista, en la distancia o en las gradas, también se estiraba para contener la avalancha. El Dépor Abanca rozó su particular maracanazo. Estuvo tan cerca que, por ahora duele, pero en breve esa punzada tornará en orgullo e inmensa alegría interna. De hecho, ya es atronador aplauso de la afición, del fútbol español, lo mínimo que merece este grupo.

Solo una cita de entidad ante el arrollador Barcelona hizo que Manu Sánchez enterrase por un día el rombo y dejase a Peke en el banquillo. La idea era guardar a tu mejor activo por si había opción de milagro y poner diques, resguardarse ante la más que posible avalancha blaugrana, pero tirando de un dibujo lo suficientemente versátil para el Dépor Abanca no dejase de ser lo que siempre ha sido: un equipo de toque, de salida desde atrás, de buen trato de balón.

Y la apuesta tuvo premio en los primeros minutos, no sin sufrimiento, por la falta de tino del futuro campeón de Primera Iberdrola y por una labor de achique encomiable de las blanquiazules. Los nervios podían, se sucedían los errores, los despejes. Dos puñales como Martens y Graham hacían daño, cortaban la defensa. Pero el grupo aguantaba, crecía cerrando pasillos, alejando balones. Oshoala rondaba el gol y Sullastres paraba y paraba. La portería seguía virgen. Objetivo, de momento, cumplido.

Hasta el minuto 20 no pudo respirar el Dépor. Realmente, nunca lo hizo de manera muy profunda durante el duelo. Pero, cuando asomaba el ecuador del primer acto, pudo por fin conocer campo contrario, empezar a tocar desde atrás, parecer a sí mismo. Gaby, además de ayudar a la media, logró asociarse, Teresa mezclar con la pelota, desplegarse. No tuvieron incidencia esos minutos, esas acciones en la portería contraria, porque no llegó ningún balón franco para que Athenea, aislada, pudiese hacer daño. Incluso, entre avalancha y avalancha, se pudo ver alguna jugada made in Dépor Abanca con el balón saliendo al toque desde Sullastres e inquietando la meta catalana. Era un espejismo, también una forma de imaginar que tanta resistencia podía llegar a tener premio.

Si la primera parte había sido un sufrimiento para el Dépor, no se esperaba algo muy diferente de la segunda. El Barça redoblaba esfuerzos, insistencia, se asomaba por todas partes, acribillaba a Sullastres y el Dépor resistía. Athenea llegó a pisar en una jugada la línea de fondo. Pronto la ofensiva blaugrana fue aún mayor, por momentos incontenible. La artillería que había reservado hizo acto de presencia sobre el césped. Jenni Hermoso, la infalible, fue reclutada para derribar el muro, también Mariona y Hamraoui de manera escalonada. Todo era poco para inquietar al heroico grupo coruñés y todo fue insuficiente en los primeros 90 minutos. Manu Sánchez ni siquiera movió en exceso el banquillo hasta la prórroga. Solo salió Villegas por Maya para blindar algo más el flanco izquierdo.

La última media hora fue más de lo mínimo y cuando, entre la niebla del cansancio por tanto correr, divisaba la orilla de los penaltis, llegó el golpe. Fue seco, doloroso, duro hasta el extremo. Pronto pasará o, al menos, se relativizará. El Dépor Abanca se marcha con honor de la Copa.

FICHA TÉCNICA

Barcelona: Tajonar; Marta Torrejón, Mapi, Andrea Pereira, Leila (Crnogorcevic, min. 110); Patri (Hamraoui, min.88), Putellas (Mariona, min. 74), Aitana (Hermoso, min. 58); Caroline Graham, Martens, Oshoala.

Deportivo: Sullastres; Cris, María Méndez, Bedoya, Nuria; Iris, Arbeláez; Maya (Villegas, min. 70), Gaby, Teresa; y Athenea del Castillo (Miriam, min. 114).

Goles: 1-0 (min. 120): Hamraoui marca de cabeza tras un centro al área.

Árbitro: Rivera Olmedo. Amonestó a Sullastres y a Hamraoui.

Estadio: Estadi Johan Cruyff.