Quince segundos, un suspiro, separaron al Deportivo Abanca de forzar la lotería de los penaltis ante el todopoderoso Barça en su estadio, el Johan Cruyff. Durante casi 120 minutos apagaron la constelación de estrellas que forma el equipo culé a base de orden, sacrificio y un nuevo plan con formación en pentágono que salió perfecto. Ayer llegaron a Alvedro con una mezcla de tristeza por la cruel eliminación, y a la vez felicidad por el partidazo que hicieron y que jamás olvidarán. Todas orgullosas y con la cabeza bien alta.

Las lágrimas posteriores a la eliminación dieron paso ayer a las primeras sonrisas, todavía tímidas, que irán agrandándose a medida que las jugadoras asimilen el enorme mérito que tiene lo que hicieron el miércoles por la noche en el campo del subcampeón de Europa. "Consuelo ahora mismo no hay ninguno „confesó el técnico, Manu Sánchez„. Es difícil de digerir. Se merecían por lo menos ese premio de los penaltis. Es un día duro pero seguramente con el tiempo le daremos más importancia y más valor".

Apenas pegó ojo el entrenador coruñés. Para colmo, en el hotel de concentración emitieron el partido en diferido y "a las dos de la mañana" repasó la película de un encuentro que ya forma parte de la historia blanquiazul. Tampoco la portera Esther Sullastres pudo dormir. Sus paradas salvadoras mantuvieron con vida al Dépor Abanca hasta que, ya sobre la bocina, Hamraoui anotó in extremis el 1-0 definitivo: "Me desperté en mitad de la noche y al final dormí tres o cuatro horas. Creo que no somos conscientes a día de hoy de lo que hemos hecho, es una cosa que vamos a valorar con el paso del tiempo". La catalana, una de las más veteranas dentro de una plantilla jovencísima, siente por encima de todo "felicidad" pese a la eliminación: "Cuando la árbitra pitó el final me quedé con la sensación de que era algo histórico, de que habíamos hecho un partidazo".

Del rombo al pentágono

El Dépor Abanca rozó la campanada con un novedoso planteamiento de su técnico, Manu Sánchez, quien aparcó el dibujo habitual "en rombo" para armar un "pentágono" con el que maniató a las culés. Dejó fuera del once a la goleadora Peke, a la que felicita por su comportamiento, para formar ese pentágono con Iris, Arbeláez, Tere, Maya y Gaby.