El del domingo será el cuarto Deportivo-Lugo en la competición de Liga, el tercero en Segunda División, en el que el cuadro blanquiazul intentará emular el resultado del primer enfrentamiento entre ambos equipos, disputado en diciembre de 1974 con los dos cuadros en Tercera División. Fue el único curso en que los blanquiazules militaron en esa categoría, entonces la de bronce del fútbol español, y fue la única vez que los blanquiazules vencieron a los lucenses. "Tengo poca memoria, solo recuerdo que fue un centro que cabeceé y marqué", explica Castro, autor del gol del triunfo blanquiazul en aquel partido. "Era un balón que venía de un córner y que había salido", protesta Devesa. Fue un estreno con polémica.

Alfonso Castro (Ferrol, 1955) y Carlos Devesa (Friol, 1949) son dos de los protagonistas de aquel primer Deportivo-Lugo en Liga, el primero delantero deportivista; el segundo, centrocampista rojiblanco. El cuadro coruñés estaba en Tercera por primera vez en su historia, el año anterior había descendido de Primera a Segunda, y era el equipo a batir en la categoría. "Para nosotros era un orgullo jugar contra el Deportivo, pues era un equipo de Primera con el que solo jugábamos amistosos en pretemporada", recuerda Devesa, interior izquierdo del cuadro rojiblanco, "extremo en aquel partido para detener las subidas de Belló", lateral derecho deportivista en aquella época, matiza.

Victoria mínima

En ese diciembre de 1974 el Lugo llegaba a Riazor para enfrentarse al todopoderoso Deportivo, que partía como claro favorito, "ya había jugado en el estadio antiguo, pero contra el Fabril", recuerda Devesa. "Nos enfrentábamos a futbolistas que habían jugado en Primera División", añade el entonces diez del Lugo. "La verdad es que recuerdo muy poco, no solo de ese partido, sino en general", apunta Castro, pichichi de la categoría con 21 goles. "Yo había jugado contra el Lugo con la camiseta del Racing"; "sí, te conocí cuando estabas en el Racing", interrumpe Devesa. Del equipo ferrolano había llegado Alfonso Castro al final de la campaña 1973-74 para solucionar el problema goleador del cuadro blanquiazul, tenía 19 años y en cinco partidos poco pudo aportar. El Deportivo acababa de descender de Primera y acabó bajando a Tercera, todo seguido.

Y en aquel primer Deportivo-Lugo decidieron Muñoz y Castro, Hidalgo había marcado el empate a uno tras "un error de Seoane (portero deportivista) del que se aprovechó Hidalgo para marcar fácil", apunta Devesa. "Creo que estaba cedido por el Deportivo ", matiza Castro. "Es posible porque en aquella época había muy buena relación entre ambos equipos, tanto que mucha gente vivía en Lugo, pero también tenía casa en A Coruña, en la capital, y eso de ganar en Riazor era...", revive Carlos Devesa.

Ese es el único triunfo blanquiazul en la Liga, el resto de encuentros aquí acabaron con empate sin goles, mientras que en el Anxo Carro el conjunto lugués ganó dos encuentros y empató uno. Ese primer y único triunfo fue en esa temporada 74-75, ya en la segunda vuelta los locales se impusieron con un solitario gol de Miguel, de penalti. "Teníamos una prima del Ensidesa por ganar", recuerda Devesa. El equipo asturiano era el principal rival del Deportivo por la única plaza de ascenso a Segunda y en aquella jornada 33 se colocó a un punto de los deportivistas a falta de cinco partidos para el final. "Ascendimos bien, pero recuerdo que el Pontevedra nos ayudó" al vencer al conjunto de Avilés, dice Castro.

Lo que no recordaba el pichichi de la categoría es que después de la derrota en Lugo el Deportivo había vencido en Riazor al equipo de Avilés y la ventaja había vuelto a los tres puntos „la victoria se pagaba con dos„ y faltaba un partido menos para el final. El triunfo del Pontevedra contra el Ensidesa se produjo en la penúltima jornada, cuando los granates vencieron en Avilés (0-1) al tiempo que los deportivistas caían en su visita al Sestao (1-0), con lo que la diferencia seguía siendo de dos puntos a falta de un partido para la conclusión. El 18 de mayo de 1975 el equipo entrenador por Irulegui certificaba el regreso a Segunda, ya que en caso de empate ascendía el cuadro coruñés, que había empatado en Santa Bárbara, campo asturiano, en la primera vuelta.

Ya transcurrieron 45 años desde aquel primer Deportivo-Lugo, y mañana volverán a medirse en Riazor por cuarta vez en la historia, ahora con ambos equipos necesitados y con los blanquiazules obligados a vencer para aumentar la distancia con los rojiblancos y mantenerse lejos del descenso. Tanto Castro como Devesa aguardan un partido igualado. "Los dos tienen que ganar", apuntó el lucense; "el Deportivo también", añade el ferrolano. "Lo peor es que veo difícil que los dos se salven al final de temporada", matiza Devesa. Castro es deportivista, y racinguista, hasta la médula. Devesa, rojiblanco, aunque el hecho de llevar más de 30 años residiendo en A Coruña por motivos profesionales hace que los colores deportivistas también los sienta; que sienta el deporte coruñés en general, ya que de hecho es una de los fundadores del Básquet Coruña junto a, entre otros, Quique Caruncho.