A sus 89 años, Arsenio Iglesias, exjugador y exentrenador del Deportivo de La Coruña y que también dirigió en los estertores de su carrera al Real Madrid, ha recibido este viernes la condecoración como hijo adoptivo de la ciudad gallega en un acto que se ha celebrado en el Palacio Municipal de María Pita.

Arsenio, que desde finales de 2017 es hijo predilecto de su localidad natal, Arteixo, colindante con A Coruña, y que llevaba meses sin participar en la vida pública, acudió al acto en el que fue distinguido por el Ayuntamiento de la ciudad gallega y en el que estuvo arropado por familiares, amigos, autoridades y personalidades del deporte.

Con sonora ovación a su llegada al salón de plenos, apoyado en un bastón y con sus gafas oscuras, Arsenio escuchó en primera fila a la alcaldesa de la ciudad, Inés Rey, que presidió la ceremonia de entrega.

La primera edil recordó que "tras cada lección de fútbol, Arsenio regalaba una lección de vida" y "con seis vocablos" expresó "todo lo que define un discurso: mucho que decir y poco que contar".

La alcaldesa le consideró "maestro indiscutible" y aseguró que "cuando el Deportivo le necesitó, Arsenio dijo que sí", sin "ningún apego a la ostentación; humilde, sencillo, pero nunca simple, querido en toda Galicia y España", con una "trayectoria riquísima y los mejores valores".

Ana Iglesias, nieta mayor de Arsenio, afirmó en su discurso que "el deporte es una escuela de valores y en ella se educó" su abuelo, entrenador de un Deportivo que "enseñó a saber ganar" y "también a saber perder", un equipo que se basó en "trabajo, humildad, orden y talento, las cuatro coordenadas para guiarse por la vida sin perder el norte".

Pedro Iglesias, su nieto más joven, recurrió a una frase muy propia de Arsenio: "ya sé que todos estáis esperando que hable el abuelo, pero hoy el abuelo no va a hablar porque está muy exigido. Nos hizo y nos hace a todos muy difíciles".

El pasado 10 de enero, la Comisión de Honores y Distinciones municipal acordó otorgarle el título a Arsenio Iglesias por "sus méritos personales, deportivos y la labor que desarrolló promocionando a la ciudad, así como por su reconocimiento social".

La Comisión adoptó esa determinación, así como dedicarle una calle y que la Ciudad Deportiva de la Torre pase a llevar su nombre, después de que en la página web change.org el periodista Alfonso Hermida, junto a los también comunicadores Adrián Menéndez y Moncho Viña, iniciaran una petición para que Arsenio, de 89 años, fuera distinguido por el Ayuntamiento.

La iniciativa contó con el respaldo de todos los grupos municipales y seis días después la refrendó el pleno del Ayuntamiento con el respaldo unánime de los grupos de la Corporación (PSOE, PP, Marea Atlántica, BNG y Ciudadanos).

Como jugador, Arsenio militó en el Deportivo, el Sevilla, el Granada y el Oviedo y disputó 238 partidos en la máxima categoría del fútbol nacional. Posteriormente, como entrenador, dirigió al Deportivo en cuatro etapas entre 1970 y la década de los noventa y fue figura clave en el llamado 'Superdépor', que conquistó el primer título oficial del club (la Copa del Rey de 1995) y que estuvo a punto de ganar la Liga en 1994, cuando la perdió en la última jornada tras fallar un penalti en los instantes finales.

Arsenio, que también dirigió al Hércules, el Zaragoza, el Burgos, el Elche y el Almería, cerró su trayectoria como técnico en el banquillo del Real Madrid en la temporada 1995-96, aunque después se hizo cargo de la selección galega, donde compartió banquillo con el actual entrenador del Deportivo, Fernando Vázquez.

"No es muy habitual que una ciudad declare a un entrenador hijo adoptivo. Todo el deportivismo debe de estar orgulloso, seguro, y especialmente emocionados", declaró el preparador blanquiazul horas antes del acto.

Además de Vázquez, también estuvieron presentes los tres últimos presidentes del Deportivo, Fernando Vidal, Tino Fernández y Paco Zas, así como el exfutbolista coruñés Amancio Amaro, que vistió las camisetas del Deportivo y el Real Madrid, y el exárbitro Raúl García de Loza.