Conocida la decisión de LaLiga de que se disputen a puerta cerrada las dos próximas jornadas de Primera y de Segunda División, el Deportivo fue más allá y solicitó a la patronal del fútbol español, así como al resto de las autoridades deportivistas, "no disputar" los dos próximos encuentros, contra el Sporting de Gijón y ante el Oviedo, "hasta que esta crisis se haya superado", en referencia al coronavirus. La decisión del consejo de administración del club coruñés va en consonancia con la solicitud efectuada por el Oviedo, Zaragoza y Las Palmas, todos ellos equipos de la categoría de plata.

El conjunto coruñés recibirá el próximo sábado al Sporting de Gijón (21.00 horas) en un partido en el que Riazor suele presentar sus mejores galas, en buena parte por el número de visitantes sportinguistas, que en esta oportunidad podrían alcanzar los dos mil. Sin embargo, la decisión de LaLiga, de acuerdo con "las directrices del Consejo Superior de Deportes y del Ministerio de Sanidad" provocará que A Coruña sufra las consecuencias ante la rescisión de desplazamientos de, al menos, la mitad de los seguidores asturianos que tenían previsto desplazarse.

El Deportivo muestra su apoyo a la decisión de la patronal, pero va más allá, porque entiende que un partido de fútbol sin seguidores no tiene sentido. "Queremos defender también los derechos de nuestros aficionados a poder disfrutar en vivo del deporte que sostienen y por el que se movilizan, ya que con su presencia en las gradas de los estadios, convierten los partidos de LaLiga en el espectáculo que, entre todos, hacemos posible y que sin ellos carece de sentido", especifica el consejo en su comunicado.

Además, los dirigentes del club blanquiazul, que preside Fernando Vidal, apelan también a la "seguridad" de los futbolistas y de todos aquellos profesionales que hacen posible que se celebre un partido de fútbol. "Creemos que, del mismo modo que las medidas se toman para proteger a la población en general y a los aficionados al fútbol en particular, se debe proteger a las decenas de profesionales que hacen posible la celebración de un partido de LaLiga, desde los futbolistas a cualquiera de los trabajadores que tienen que acudir a la organización en el estadio, y a sus familias", asegura el comunicado.

En la misma línea que la directiva blanquiazul se expresó Dani Giménez, uno de los capitanes del primer equipo, durante la rueda de prensa de ayer en Abegondo, durante la que se mostró partidario de suspender los dos partidos que se jugarán a puerta cerrada. El portero considera que la competición se adultera al jugar estos encuentros sin público. A su juicio, lo "más justo" sería suspender las jornadas el tiempo que haga falta. "Sin público, no lo veo", se quejó el guardameta, que no entiende que se permitan "manifestaciones, mítines y festividades" y a la vez se cierren los campos. En su opinión, sería mejor no jugar. "Es mejor tomar medidas que pueden parecer exageradas pero realmente no sabes cuál va a ser el horizonte de la enfermedad", comentó.

Una opinión que también comparte Luis Martínez, presidente de la federación de Peñas Deportivistas, que insiste en que el fútbol sin aficionados en las gradas no es fútbol. "Entendemos que este partido „el del Sporting„ debería suspenderse. No tiene ningún sentido que se juegue a puerta cerrada, primero por los aficionados. Lo más grande del deporte son los seguidores. Sin aficionados el deporte no tiene sentido, es puro negocio. En segundo lugar, para salvaguardar a los jugadores, cuerpos técnicos, directiva, todos los que se ven involucrados en la disputa de los encuentros", apuntó el dirigente de las peñas. "Las medidas son oportunas siempre que no se disputen los partidos; muchísima gente que no vaya a los estadios se juntará para verlos en diversos locales".