El Deportivo decidió ayer suspender la junta de accionistas del próximo martes debido a la serie de medidas adoptadas por el Gobierno central y la Xunta para frenar la propagación del coronavirus. Aunque inicialmente el club había mantenido la celebración de la asamblea y animado a los socios a delegar sus acciones para que tuviera lugar con la mínima asistencia posible, las políticas de emergencia de las últimas horas desembocaron finalmente ayer en su cancelación.

"La suspensión de la Junta General Extraordinaria de accionistas trae causa de la actual crisis sanitaria que está atravesando nuestro país, con motivo de la pandemia del Covid-19 y de la declaración del estado de alarma nacional por parte del Gobierno del Reino de España, así como de emergencia sanitaria por parte de la Comunidad Autónoma de Galicia", justificó el Deportivo mediante un comunicado.

El club no precisa cuándo se celebrará una asamblea decisiva para el futuro inmediato del club, pues en ella debía aprobarse la ampliación de capital que convertiría a Abanca en el propietario de la entidad. También debía ser sujeto a votación por imposición de LaLiga el crédito participativo con el que el club amplió el límite salarial en enero para fichar.

"Queda aplazada temporalmente la celebración de la Junta General Extraordinaria de la Sociedad a una fecha futura, retomándose la convocatoria una vez que haya transcurrido un umbral temporal razonable desde el momento en el cual las autoridades sanitarias estatales y autonómicas informen públicamente de la desaparición de los riesgos y efectos derivados de esta pandemia", añadió el club.

La decisión del Deportivo llegó ayer por la mañana como consecuencia de las medidas excepciones implantadas para frenar la expansión del virus y después de que en los días anteriores la entidad blanquiazul mostrara su "voluntad" de celebrar la junta a pesar de cancelar los entrenamientos de todos los equipos, incluida la primera plantilla. La declaración del estado de alarma por parte del Gobierno y de emergencia sanitaria por la Xunta, sin embargo, forzaron al consejo de administración a reunirse y posponer la celebración de un asamblea que modificará por completo el reparto accionarial del club y su estructura social.

Los accionistas debían aprobar el martes tres ampliaciones de capital por un valor total de 70 millones que convertirán a Abanca en el propietario. Una de ellas corresponde a los cinco millones con los que el club aumentó el tope salarial en enero y que debía recibir el visto bueno antes de final de este mes. Esa urgencia era lo que empujaba al club a tratar de celebrar a toda costa la asamblea, a la espera ahora de que LaLiga otorgue una prórroga.