El Deportivo propone a sus futbolistas de la primera plantilla una reducción salarial que sería del 17,5% en el supuesto caso de que se dé la Liga por finalizada y una mengua del 5% si la competición se reanuda a puerta cerrada. Este es el mensaje que transmitió el presidente, Fernando Vidal, a los futbolistas en una nueva reunión que mantuvieron ayer. Se trata de porcentajes que van en consonancia con la propuesta que efectuó Javier Tebas, presidente de LaLiga, a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) en la reunión de la pasada semana. La patronal del fútbol reclama a los futbolistas que renuncien al 20% de sus emolumentos si se da por terminada la competición; un 7,5% si se juega a puerta cerrada y 3% si se vuelven a disputar partidos con público en las gradas. El consejo de administración blanquiazul plantea unos porcentajes ligeramente inferiores al militar también en Segunda División, como realizan todos los clubes de la categoría de plata.

La AFE rechazó la semana pasada los postulados de LaLiga expuestos por Tebas y realizó una contraoferta en voz de su presidente, David Aganzo, que pasaría porque los jugadores renunciasen al 10% de su sueldo durante esta temporada y otro tanto en la siguiente, siempre y cuando la competición se dé por concluida. Un planteamiento que la patronal descartó, ya que eleva las pérdidas a cantidades que van desde los 160 a los 960 millones, en función de que se suspenda o se retome la Liga, y en qué circunstancias se vuelva a jugar, bien a puerta cerrada, bien con el público en las gradas, según expuso la patronal ante el sindicato de futbolistas.

Pendientes de que llegue alguna resolución entre los representantes de cada uno de los estamentos del fútbol español, el Deportivo también realizó sus números para tratar de ajustar el presupuesto, si bien el consejo de administración no los hizo públicos. Un cálculo estimativo realizado por LA OPINIÓN y publicado el pasado domingo daba como resultado unas pérdidas para la entidad blanquiazul de 1,9 millones de euros si se vuelve a jugar a puerta cerrada y de 4,7 millones si se daba por concluida la temporada. En el primero de los escenarios, LaLiga contempla una deducción del 5% en los apartados de ingresos estipulados en el presupuesto del club, excepto en el que se refiere a lo estimado por socios y abonados, punto en el que habría que detraer el 25% de la recaudación estimada. Este porcentaje, el 25%, habría que aplicarlo en todos los casos si ya no se vuelve a jugar.

Los futbolistas del Deportivo tratarán la propuesta como colectivo y posteriormente facilitarán una respuesta al consejo de administración, que bien podría ser una contraoferta, pues dependerá en buena medida de las recomendaciones que obtengan del sindicato que los representa , que es el encargado de asesorar a todos los futbolistas de todas las categorías. En principio, club y jugadores están llamados a llegar a un acuerdo. La aplicación de un ERTE en el fútbol profesional carece de sentido, porque ¿cómo puede cualquier equipo plantearle un Expediente de Regulación Temporal de Empleo a un trabajador que percibe un mínimo de 200.000 euros? Lo máximo que percibirá del Estado es lo que establece la Ley para cualquier ciudadano:1.098,89 euros. De ahí la necesidad que tienen todas las entidades deportivas de élite de pactar la reducción con sus profesionales, en este caso los jugadores.

Otro escenario que se contempló en esta reunión no presencial entre el consejo de administración y los capitanes es el que se refiere a tener que jugar después del 30 de junio, que es la fecha que cierra oficialmente la temporada. Hay futbolistas que acaban sus contratos y son libres de seguir o de marcharse, y varios son los que están cedidos y que a partir de esa fecha podrían retornar a sus clubes de origen y donde percibirían unos ingresos superiores a los que pactaron cuando firmaron con el Deportivo, a donde llegaron con la intención de jugar, aún renunciando a cierta cantidad de dinero. Si se produjese el escenario de jugar en julio, que es más que posible, el club plantea a sus futbolistas que no cobren ese tiempo que transcurra más allá del último día de junio. Sería a cambio de que el club hasta la fecha pagó puntualmente las nóminas íntegras de la plantilla, a pesar de que ya se cumplió un mes desde que se paró la competición y también los entrenamientos.