LaLiga prevé retomar la competición el día 13 de junio, es decir, una semana más tarde de la pretensión inicial de Javier Tebas, presidente de la LFP. El mandatario había pergeñado un calendario en el que había fijado el fin de semana del 6-7 de junio para que volviese a haber partidos, pero la intervención del Ministerio de Sanidad le obligó a paralizar su plan inicial. Tebas tenía previsto que los futbolistas profesionales se sometiesen a los test del coronavirus a partir del 4 de mayo y, con esa fecha de punto de partida, retomar las competiciones un mes más tarde. Sus cálculos los va a ejecutar casi al dedillo pues las pruebas médicas a los jugadores se retrasaron una semana, que es el mismo tiempo que se atrasará el reinicio de la competición. Esto supone que Riazor albergará el reestreno del Deportivo entre el 13 y el 14 de próximo mes y será contra el Sporting, su rival en la jornada 32.

La competición, las 11 jornadas que faltan por celebrarse, se tendrá que jugar entre junio y julio. En el caso de Segunda División, la previsión es que haya partidos sábados y domingos y también en la mitad de la semana, de esta forma quedarían los diez últimos días de julio para que se jugase la fase de ascenso a Primera. Pero todavía hay que buscar otra fecha, la que necesitan el Rayo Vallecano y el Albacete para concluir el partido suspendido en la jornada 20. Son 45 minutos los que faltan, suficientes para constreñir todavía más el calendario. Hay 36 días para disputar los 11 encuentros que faltan, esto supone jugar cada cuatro días. De cumplirse las previsiones de LaLiga, al Deportivo le correspondería jugar los seis partidos que tiene en Riazor durante el fin de semana, aunque serán a puerta cerrada. Hoy los futbolistas se ejercitarán ya en el césped de Abegondo, aunque individualmente.

Para proteger a los futbolistas, la FEF hizo pública ayer la posibilidad de realizar cinco cambios "de forma excepcional tal como había propuesto la FIFA".