La plantilla deportivista completó ayer la primera semana de entrenamientos individuales después del regreso al trabajo. El equipo está ahora a expensas de dar el siguiente paso y arrancar las sesiones en grupos reducidos, pero para eso deberán recibir el visto bueno de LaLiga y descartar que existan contagios entre los jugadores y el cuerpo técnico tras la primera fase de entrenamientos.

Entre ayer y el viernes todos los que estos días acuden a la ciudad deportiva de Abegondo se sometieron a la segunda tanda de pruebas de diagnóstico del coronavirus. Los resultados determinarán la evolución del trabajo, aunque desde el club precisaron que en ese sentido seguirán las instrucciones que le traslade LaLiga.

La plantilla cerró la primera semana completa de entrenamientos con una sesión de recuperación dirigida por el preparador físico blanquiazul, Manuel Pombo, y el readaptador, Fran Molano. Después de una serie de estiramientos y de ejercicios de carrera, los jugadores se relajaron caminando descalzos sobre el césped antes de disfrutar hoy de una jornada de descanso.

Las únicas ausencias fueron las de Michele Somma, que continúa en Italia tras su operación de rodilla, y Eneko Bóveda, el primer lesionado tras el regreso a los entrenamientos. El lateral derecho se resintió de las molestias musculares con las que se marchó al parón.