David Simón Rodríguez (Las Palmas, 1988) afronta el posible regreso de la competición como si de una segunda oportunidad se tratara. Mermado desde el final de la temporada pasada por una pubalgia de la que tuvo que ser operado en noviembre, el paréntesis del campeonato le ha colocado en la casilla de salida junto al resto de sus compañeros en la pelea por un puesto en el equipo. Su deseo es aportar para conseguir el objetivo y ganarse la continuidad en el club para el curso que viene.

¿Qué tal la primera semana de entrenamientos?

Al principio había incertidumbre, pero a medida que fueron pasando los días ya había más ganas de empezar a trabajar en grupo, tocar balón, hacer posiciones... Volver estuvo bien, todos estábamos alegres, pero ya hay ganas de juntarte con los compañeros.

Estaba a punto de volver después de la pubalgia y llegó el confinamiento...

Llevaba unas cuatro semanas entrenando con el grupo y ya me encontraba mucho mejor antes del confinamiento. El parón llegó justo cuando estaba bien y parecía que iba a entrar en las convocatorias, así que me quedé un poco cabizbajo porque para mí ya estaba siendo un año muy atípico con la operación. Al final me lo tomé por el lado positivo y hasta me ha venido bien el parón porque no tengo molestias. Ahora empiezo de cero, con muchas ganas e ilusión.

¿Qué le pasó por la cabeza en las primeras semanas del parón?

Lo primero que piensas es que la salud es lo que debe prevalecer y que el fútbol debe quedar a un lado, pero a medida que fueron pasando las semanas ves que si somos solidarios y responsables se puede volver a la normalidad. Ojalá el fútbol se reanude y no pase nada en los próximos meses.

¿Se sienten seguros en los entrenamientos con el protocolo de LaLiga?

El protocolo está bien, pero el virus no lo podemos controlar. Tenemos que hacer lo que nos están diciendo y por ahora está yendo bien. Son medidas estrictas y hay que adaptarse aunque parezca raro.

Una cosa es entrenar y otra diferente jugar...

Claro. Ahí hay más dudas, porque tienes que viajar, ir a aeropuertos, coger aviones, el autobús, ir a otros campos, coincidir con compañeros de otros equipos... No sé lo que va a pasar si hay contagios, pero por ahora lo que nos están mandando lo estamos haciendo bien y siendo responsables. Ojalá no pase nada.

En Alemania ya han dado el paso de competir, ¿vio algún partido?

Vi unos cuantos partidos y se hace bastante raro no ver a nadie en los estadios y escuchar a los jugadores. Obviamente no es lo mismo, pero hay que adaptarse este mes y medio de Liga que puede quedar y ojalá la siguiente temporada ya pueda volver la gente. Es extraño no poder celebrar los goles, que salga un equipo después del otro...

¿Es de los que tiene miedo a volver a jugar?

Miedo no, pero respeto sí que tengo. Si miras todo lo que ha ocurrido, la gente que lo ha pasado mal y lo que sucedía al principio de la cuarentena, sí podrías tener miedo. Ahora no creo que haya que tener miedo, pero sí mucho respeto porque no sabes dónde te puedes contagiar. Tenemos que ser muy solidarios en todos los ámbitos de la sociedad para que esto avance.

¿Cómo se imagina la competición a partir de ahora?

Creo que empezaremos todos de cero y no se sabe muy bien qué puede pasar o cómo arrancaremos todos los equipos. Ojalá nosotros lo hagamos bien para lograr ese objetivo que tenemos y por el que estamos tan concienciados. Coger una buena racha va a ser determinante.

¿Cómo vivió desde fuera todo lo que ocurrió esta temporada mientras estaba lesionado?

Intentaba ayudar porque el equipo sufría y notaba a los compañeros frustrados. Veía que había jugadores muy válidos en el equipo y a la altura del club, algunos jóvenes y con mucha proyección, pero las cosas no salían. Al final llega el míster (Fernando Vázquez) y nos dio ese plus de motivación y tranquilidad para conseguir las ocho victorias. A partir de ahí el equipo conectó muy bien con el entrenador y ha hecho mucho en el vestuario.

¿Cómo van a compensar jugar sin público en Riazor?

Está claro que la afición del Dépor es increíble y que vamos a echar de menos a los 25.000 que venían al campo en los últimos partidos. Cuando esto empiece hay que estar unidos, que nos apoyen desde la distancia, pero está claro que se va a notar porque el ambiente en Riazor cada quince días es espectacular.

¿Puede decirse que para usted es como si a partir de ahora empezase una temporada nueva?

Me lo tomo con mucha ilusión porque al final llevo casi una temporada parado. El año pasado tuve que parar un mes antes de los play offs y luego jugué, pero terminé tieso y me tuve que operar. Esto va por rachas y ojalá que ahora me toque a mí porque trabajo a tope para ello y creo que ya es hora.

¿En estas circunstancias le da tiempo a pensar en una posible renovación de contrato?

Nunca se sabe lo que puede pasar. Llevo todo el año lesionado y ahora que termino contrato puede parecer que me tendré que ir a otro lado, pero si ahora juego y vuelvo a estar al cien por cien podría seguir otro año más. Ojalá que sea así, porque subir con el Dépor sería increíble por la ciudad y por la afición. Ahora no pienso en eso, pienso en trabajar y me centro en el día a día, que ya me toca disfrutar del fútbol.