Fernando Vázquez no podía ocultar que la primera parte del Dépor en Oviedo fue para olvidar. "A nadie le puede sorprender el cambio de sistema en el descanso", analizó tras el encuentro. "Decidí intervenir porque el equipo estaba mal, antes y después de recibir los goles. Cambié y el equipo mejoró, reaccionó", dijo, pero no entró en los motivos de los cambios de jugadores: "Decido cambiar a Abdoulaye (Ba) y Claudio (Beauvue)". Punto. Sea comos sea, el equipo blanquiazul está obligado a reaccionar porque hay algo que no funciona y el técnico no acaba de encontrar la tecla adecuada. "Saco el equipo que pienso que tiene que funcionar bien... y no funciona. Vamos a ver qué hacemos el sábado", dijo en referencia al partido contra el Rayo Vallecano en Riazor.

El de Castrofeito sufre la dualidad de lo que desea para su equipo y la realidad. "Espero que juegue con soltura, con confianza, velocidad, siendo progresivo, penetrrando, jugando hacia delante. Eso es lo que entrenamos", explicó. "Ya no me gustó en exces el partido del Sportng y lo que estaba ocurriendo hoy no era lo adecuado", continuó. "Repetí el sistema para reafirmarme, pero tuvimos problemas y estuvimos bastante mal por errores propios", reconoció. Y el problema es que no sabe la razón: "No sé por qué. Si por presión o por lo que sea. Deberíamos jugar más cómodos".

Las cuentas de la permanencia todavía siguen saliendo. "Tenemos que ganar cinco partidos", afirmó y valoró únicamente el empate por el hecho de haberle ganado el golaveraje particular al Oviedo. "Eso puede significar un punto más a final de temporada", concluyó.