Ni la pandemia pudo con una fecha tan señalada. El que en su día fuera inaugurado como majestuoso estadio racionalista, como el recinto deportivo más moderno de España, Riazor, disfruta estos meses de sus bodas de platino. Desde 1944 ha vivido de todo, se ha transformado en varias ocasiones y, sobre todo, ha sido eje vertebrador de la vida de A Coruña y casa del deportivismo. El Kiosko Alfonso, otro emplazamiento central de la ciudad, le abre sus puertas desde hoy hasta el 2 de agosto para que divulgue esa multitud de vivencias a partir de 75 partidos, de 75 momentos históricos y de mucho más que explican ese transcurrir vital en la exposición Riazor 75: Recordos dun océano de soños, organizada por la Fundación RC Deportivo y el Concello de A Coruña. Sus responsables formaron parte de la comitiva de preapertura del evento con la alcaldesa, Inés Rey, Fernando Vidal y su consejo de administración y concejales de diferentes grupos políticos entre sus integrantes.

Desde la foto de este primer Dépor-Valencia que inauguró el recinto el 29 de octubre de 1944, ubicada a la derecha de la entrada, hasta la del Dépor-Barça de 2017 con el gol de Álex. Casi un centenar de piezas guían al visitante de la muestra por un recorrido que abarca las dos plantas del Kiosko Alfonso. Ahí estarán una fotografía por cada una de esas 75 citas y también reliquias como la camiseta con la que Vicente logró su icónico gol en 1988, red de la portería del ascenso del 91, el siempre solicitado título de Liga de 2000, los Teresa Herrera de 1962 y 1995, unas botas de la última temporada de Mauro Silva en A Coruña y otro par de Makaay de la campaña en la que consiguió la Bota de Oro o elásticas de históricos contrincantes europeos como Beckham o Scholl.

Habrá hueco también para sorpresas de coleccionista con una de la zamarras de atleta sin mangas que empleó el presidente de la Federación Gallega Isidoro Hornillos cuando pertenecía al Dépor, con objetos del Mundial 82 como una almohadilla o una camiseta de la selección peruana o con diferentes piezas que evocan el pasado ciclista del Dépor y de Riazor, que llegó a acoger llegadas de la Vuelta a España. Una ciudad deportiva municipal, un polo de A Coruña.

Entradas, vídeos de partidos y momentos históricos, pósters, cromos, murales de gran tamaño y hasta un animación 3D que en cuatro minutos relatará toda la evolución del recinto de Riazor, año a año, desde 1939 (fecha del inicio de su construcción) hasta hoy.

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'Riazor 75: Recordos dun océano de soños'

"Nos gustaría que la gente se llevase una visión global de lo que ha sido Riazor", asegura Lois Novo, comisario e integrante del departamento de marca y comunicación del club coruñés, que lleva junto al resto del equipo trabajando un año en esta muestra. Todo estaba listo para que fuese inaugurada el pasado 6 de mayo (el día del 75 aniversario del estreno oficial con un España-Portugal), pero tuvo que ser pospuesta por la crisis sanitaria: "El Dépor es el hoy y el ayer, es rememorar, conocer todo lo que ha llevado a este club a ser lo que es". Con esa filosofía han elegido momentos de competición del propio Deportivo, pero también han buscado reflejar la pegada de un lugar tan emblemático. El estadio de Riazor es "parte de la historia de la ciudad" por sus vivencias, por su emplazamiento y también por cómo ha sido capaz de formar parte del día a día de los coruñeses.

El Kiosko Alfonso ha reservado también algunos de sus rincones para los otros usos o protagonistas del estadio: para los partidos de las selecciones gallega y española, para diversos amistosos o torneos veraniegos como el Juan Acuña o el Conde de Fenosa, para los duelos del Fabril o con motivo de la Copa de La Coruña, para multitudinarios conciertos como el de los Mil Años, para los arquitectos que lo levantaron o reformaron (Rey Pedreira o Antonio Desmonts) y para esos personajes anónimos que le dieron vida, como Fernando Muñiz, eterno conserje que vivió gran parte de su vida en el recinto.

Un paso más

"Teníamos mucho hecho con el proyecto Recordos y con todo lo que avanzamos para el futuro museo, pero el trabajo de búsqueda fue enorme". Novo no oculta esa labor "muchas veces oscura" de recuperación de la memoria que ahora "puede llegar a la gente a través de este tipo de exposiciones". Los deportivistas tendrán, por fin, la oportunidad de palpar su historia, de conocerla un poco más e incluso de colmar su deseo de nostalgia o de fetichismo. Todo en el Kiosko Alfonso hasta el 2 de agosto.