Nada por aquí, nada por allí. El enésimo truco de magia, una nueva sesión de escapismo le sirve al Dépor para doblegar a la Ponferradina en el descuento tras una segunda parte en la que su juego estuvo bajo cero. KO. Igual que Aketxe sorteando defensores y danzando sobre la línea de fondo, el equipo coruñés fue capaz una vez más de librarse de lo evidente y llenar los pulmones como pocas veces en una temporada de respiración asistida. Vida. Segunda victoria consecutiva que le coloca, de momento, dos victorias por encima de la zona de descenso y a la misma distancia de la teórica cota de los 50 puntos. Parecía tan lejos y ahora está tan cerca.

El Dépor vivió una primera parte de atípica normalidad. Casi debería ser una plantilla de partido en Riazor ante conjuntos dignos, pero con un menor pedigrí. Pero estos primeros minutos forman parte de la excepcionalidad para los coruñeses. No hubo fallos garrafales, no hubo vértigo. El conjunto local, el coruñés, se vio obligado a mandar y le costó ante una ordenada Ponferradina. Aun así, poco a poco, fue capaz de ir creándole problemas.

Pulgada a pulgada se acercó a la portería de René, casi siempre por la banda derecha. Ahí, a partir del desahogo y la estabilidad que le generaban Álex y Uche, la formación de Fernando Vázquez profundizó a cuentagotas. Siempre con dos protagonistas: Aketxe y David Simón. Al canario, sin trabajo atrás, le sienta de maravilla desplegarse en una defensa de cinco para explotar sus cualidades ofensivas. El vasco estaba activo, con ganas, ganaba duelo individuales. Ver así al '10' es siempre una buena noticia para los coruñeses.

Beauvue pudo marcar, Mollejo tuvo la más clara de cabeza, aunque en realidad la Ponferradina cumplía a la perfección el guion marcado. Repliegue, buena presión. Generaban incomodidad en su contrincante los de Jon Pérez Bolo. Era un duelo de poder a poder, cada uno con sus armas y con las evidentes complicaciones para quien debe proponer. En este contexto de partido, le sentó de maravilla a los blanquiazules la victoria en Elche, verse tres puntos por encima del descenso y haber encontrado dos pilares en su pasillo de seguridad. Quizás se echóde menos un poco más de colmillo. Pero, en realidad, solo faltaba el gol. Y no llegaba. Todo quedaba en el aire, con la amenaza Yuri en el banquillo.

Pero lo que en la primera parte era tranquilidad para expresarse sobre el terreno de juego, para madurar el partido se convirtió en desconexión tras el paso por vestuarios. Un minuto del segundo acto y ya se pudo ver a otra Ponferradina. Más suelta, adelantando líneas. Era como si su teórica inferioridad, ese perfil bajo de los primeros 45 minutos no hubiese sido más que una tela de araña en la que el Dépor había ido cayendo sin darse cuenta. Pronto desaparecería Aketxe, David Simón solo defendía. Sin crear ocasiones, los bercianos ya parecían una amenaza real.

Y llegó el gol. Katxe solo tuvo que aprovechar una mala acción técnica de Dani Giménez, que ni puso la mano dura para despejar ni prolongó un disparo desde la frontal. 0-1. El sustituto del Yuri no desperdició el obsequio, el segundo del meta tras la pifia del Tartiere, segundo tanto el Oviedo. El equipo coruñés volvía al alambre, al modo remontada. Parece que lo necesita.

Fernando Vázquez movió el banquillo, pero esta vez sus variaciones no surtieron el efecto deseado. El Dépor, más que estar lejos de remontada, se encontraba a años luz de crear una ocasión. Vallejo y Mollejo no desequilibraban, Aketxe y Çolak no filtraban pases, no llegaban balones a los delanteros. El Dépor se había desconectado y llevaba un rato sin pulso. La fortaleza interior de los bercianos se convertía en un imposible para un equipo cansado física y mentalmente.

Pero en el descuento lo puso todo patas arribas. Una vez más. Trigueros le pegó la primera descarga del desfibrilador con el gol en propia y el resto lo hicieron Çolak y, sobre todo, Aketxe. El vasco justificó parte de su fichaje en esa jugada, dada la angustiosa situación. La celebración, sin público y sin distancia de seguridad, fue a lo grande. Quedan dos pasos. Para bien o para mal, este equipo seguro que aún se reserva alguna sorpresa.

Ficha técnica (Deportivo-Ponferradina, 2-1):

Deportivo: Dani Giménez; David Simón (Hugo Vallejo, m.61), Mujaid, Bergantiños, Montero, Luis Ruiz (Çolak, m.61); Uche Agbo (Borja Valle, m.80), Vicente Gómez (Christian Santos, m.61); Aketxe, Beauvue (Sabin Merino, m.72) y Mollejo.

Ponferradina: René; Iván Rodríguez, Manzanara, Trigueros, Luis Valcarce; Sielva, Larrea (Saúl Crespo, m.72); Pablo Valcarce (Omar Ramos, m.71), Nacho Gil (Javi Navarro, m.79), Ivi (Fullana, m.79); y Kaxe (Yuri, m.67).

Goles: 0-1, M.59: Kaxe. 1-1, M.92: Trigueros, en propia meta. 2-1, M.95: Çolak.

Árbitro: Pulido Santana, del Comité de Las Palmas. Mostró amarilla a David Simón (m.38), Uche (45+2), Montero (m.58) del Deportivo; e Iván Rodríguez (m.65), de la Ponferradina.

Incidencias: partido de la trigésima sexta jornada de LaLiga SmartBank, disputado en el Estadio Abanca-Riazor.