El partido del Deportivo ayer contra la Ponferradina bien podría servir como resumen de la agitada temporada que ha atravesado el equipo. Si alguien poco familiarizado con lo que ha sido el curso de los blanquiazules quisiera experimentar todo por lo que ha pasado el conjunto coruñés desde aquel ya lejano agosto de 2019 le bastaría con un encuentro en el que hubo de todo: un arranque ilusionante en la primera mitad, una caída estrepitosa en la segunda y una resurrección final inesperada.

Todo eso ha sido el Deportivo este año, las expectativas inalcanzadas, el descalabro total y el renacimiento posterior, y un poco de cada uno se plasmó ayer en un partido que terminó rescatando sobre la bocina aliado con una pizca de fortuna para maquillar el poco fútbol que mostró. Le salvaron dos goles en el descuento, uno en propia puerta y otro en el que se aprovechó de una gran jugada de Aketxe, para amarrar media salvación y salvar lo que podría haber sido un tropezón mayúsculo.

39

El Dépor le gana a la Ponferradina en el descuento

Porque la victoria final mitiga el lío en el que se podrían haber metido los de Vázquez y los deja en una posición privilegiada en la carrera por la permanencia después de coquetear con el desastre. A punto estuvieron de echar por tierra la victoria lograda en Elche y ese efecto anímico de ganar con un jugador menos a uno de los equipos de la parte alta. Lo arregló Aketxe en cinco minutos de descuento frenéticos en los que pasó de todo.

Primero llegó el empate en un saque de esquina ejecutado por el vasco que Trigueros se coló en su propia portería y después una jugada en el área del Deportivo que puso suponer el segundo para la Ponferradina. Dani Giménez salvó el gol con una intervención en la que no tuvo más remedio que dejar muerto el balón en el área. De alguna manera, esa pelota acabó lejos de la portería deportivista y le concedió al equipo de Vázquez una última oportunidad. La agarró otra vez Aketxe, el mejor ayer para confirmar que su influencia en el juego va más allá de los lanzamientos a balón parado, y fabricó una jugada sobre la línea de fondo que acabó rematando Çolak a la red con la ayuda de la defensa visitante después de una carambola.

El gol fue la culminación de un partido extraño, jugado con ritmo irregular y en el que el Deportivo expuso buena parte de los males que lo han atenazado desde el regreso de la competición. La puesta en escena blanquiazul, sin embargo, no hacía presagiar que el escenario se le pudiera complicar tanto a los de Vázquez. Tuvieron el dominio y llegaron con peligro al área rival, especialmente cuando Aketxe y David Simón se asociaron en el costado derecho. La Ponferradina no encontraba la forma de frenar las incorporaciones del lateral canario, que conectó un buen puñado de centros que Beauvue y Mollejo no aprovecharon. La más clara la tuvo el segundo al filo de la media hora en un remate de cabeza que dirigió mal con todo a favor ante René.

El partido se le podía haber puesto cuesta abajo para los deportivistas de materializar alguna de esas oportunidades, porque en la segunda parte el equipo de Vázquez se atascó por completo. Los problemas en la creación que antes del descanso se disimularon con las incorporaciones de David Simón quedaron completamente al descubierto y pusieron de nuevo sobre la mesa la dificultad del equipo para generar juego y que los futbolistas más determinantes aparezcan entrelíneas.