Ni con la salvación ni en Málaga. El Dépor, con el viento a favor de las últimas jornadas, anhelaba llegar a puerto esta tarde, pero esa placidez que le rodeaba se convirtió pronto en incomodidad en cuanto pisó el césped. El equipo andaluz, en un partido táctico y trabado, supo exasperar a su rival y le infringió la primera derrota tras la pandemia. Fue un partido áspero, a contrapelo que no presagiaba nada bueno. Y la desgracia, irremediablemente, acabó llegando. Antes al Dépor se le vio que le costaba un mundo crear, llevarse los balones en las disputas, mucho más atisbar la portería. Esa pequeña superioridad local fue sumando, sumando en minidosis hasta doblegar casi por repetición a un equipo coruñés, al que también le faltó algo de colmillo en La Rosaleda. Un gol de Hicham hizo justicia después de varias paradas de Dani Giménez. El hambriento Málaga tiene más cerca la salvación y al Dépor le toca mirar al futuro para intentar, de nuevo, un último empujón.

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El Dépor pierde 1-0 en Málaga

Fernando Vázquez, otra vez en la grada, no tuvo más remedio que volver a refrescar a su apuesta en el once. Le ha funcionado tras la Covid-19, se ha notado la profundidad de la plantilla del Dépor, y era el momento de seguir aprovechándola. Regresaba Çolak después de tres semanas y Beauvue volvía a tener una oportunidad, pero lo más llamativo o lo que generaba más inquietud eran las titularidades de David Simón y Vicente. El lateral, a pierna cambiada con Luis Ruiz en el banquillo; y el pivote, junto a Gaku. Esa sensación que ofrece el mediocentro de que le falta consistencia para afrontar las tareas propias de un doble eje se confirman semana a semana. El técnico apostaba de esta manera por reforzar el juego interior, pero el problema es que la pelota no llegaba a donde él quería para hacer daño. Cortocircuito. El Málaga presionaba arriba, defendía en bloque alto, y su rival estaba maniatado. Los andaluces demostraron sobre el césped que son uno de los mejores equipos defensivos de la categoría. Esoscasi 500 minutos de Munir sin encajar no son casualidad.

A pesar de la incomodidad manifiesta de los coruñeses en la salida de balón, el Dépor no renunciaba a construir desde atrás. Cuando era capaz de proyectarla limpia se asomaba con peligro, pero eran las menos de las ocasiones. Aketxe estaba desaprovechado y Beauvue era una isla. Las pérdidas y los errores en las entregas en zonas sensibles daban alas a los malacitanos, que fueron mejores y dispusieron de las grandes oportunidades del primer acto, a pesar de que su fútbol no tenía una especial lucidez. El Dépor iba sobreviviendo, que no era poco. Hacía tiempo que no sentía tal ahogo en el campo. Mérito de su contrincante. Tete y Juanpi, que rozó el 1-0 en dos ocasiones, eran los más destacados. A Dani Giménez no le quedaba otra que sacar buenas manos.

Y otra vez, en torno a la pausa de hidratación y tras resistir, el equipo coruñés empezó a hacerle la horma al partido. De manera leve, eso sí. Ya no estaba tan a disgusto en la salida, aparecía más Aketxe, Gaku se descolgaba... En un gran pase de Álex, el nipón llegó a zona de remate y cedió a Çolak, que casi marca. Avisaban los blanquiazules, que iban a más. Bóveda pudo ser el protagonista del 0-1, tampoco llegó. El Dépor parecía respirar y miraba con optimismo al futuro, pero llegó el susto del último minuto, donde casi se va en desventaja al descanso. Dani Giménez tuvo que aparecer de nuevo. Mal presagio.

Los primeros segundos de la reanudación parecían mostrarse un Dépor diferente, que se animaba algo más, con una mayor querencia por el área contraria. Pronto se demostró que era un espejismo. El Málaga seguía a lo suyo, mejor colocado, duro en los balones divididos; se los llevaba todos. Ganaba en la pizarra y pronto lo haría en el marcador. Llevaba tiempo mereciéndolo.

La mayor señal de que el equipo coruñés está incómodo en un partido suele ser verlo correr hacia atrás en el repliegue. Y ahí estaba, resoplando hoy, pásandolo mal, pendiente de su cogote. A balón parado pudo marcar Lombán, falló una increíble Hicham. Olía a gol y llegó. Sí fue certero esta vez el marroquí en la siguiente que tuvo. El Dépor no pudo ser más blando en las disputas en un saque de esquina a favor y habilitó a los andaluces para corriesen. El delantero llegó antes que Borja Valle y salió como una flecha hacia la porteria. Balón a la red. 1-0. Justicia.

El plan de Vázquez, que hoy fue superado por Pellicer, era macerar el partido, tocar y acabar derribando el muro de los locales. No funcionó. Tras el gol, pronto viró el rumbo. A la velocidad y verticalidad de un errático y nervioso Hugo Vallejo y de Mollejo, sumó a sus dos torres: Sabin Merino y Christian Santos. Quedaban 20 minutos más descuento y el Dépor lo fiaba todo a los centros laterales y a la inspiración de Aketxe. El desaparecido Emre Çolak se iba al banquillo, Vicente seguía sobre el césped, aunque había que rebuscar en las imágenes para encontrarlo.

Los últimos minutos fueron un quiero-y-no-puedo del Dépor. Tenía dinamita en el área, pero la mecha no llegaba hasta allí. Centros largos, malos, fáciles para Munir y cero construcción, con un Aketxe cansado y sobrevigilado. Sin aire, acabó sucumbiendo, mientras el colegiado pitaba a favor de obra en los pequeños detalles. Lo fácil. Al Dépor le tocará sufrir para salvarse, no iba a ser de otra manera esta temporada.

Ficha técnica (Málaga-Deportivo, 1-0):

Málaga CF: Munir; Cifu, Ismael Casas, Juande, Lombán, Juankar; Adrián (Luis Muñoz, m. 53), Benkhemassa (Rolón, m. 53), Tete Morente (Hicham, m. 53); Juanpi (Renatos Santos, m. 85) y Sadiku.

Deportivo: Dani Giménez; Eneko Bóveda (Sabin Merino, m. 68), Mujaid, Álex Bergantiños, Montero, David Simón (Christian Santos, m. 68); Aketxe, Gaku (Borja Valle, m. 46), Vicente Gómez, Emre Çolak (Mollejo, m. 58) y Beauvue (Hugo Vallejo, m. 58).

Gol: 1-0, M.61: Hicham.

Árbitro: López Toca (Comité Cántabro). Amonestó al local Benkhemassa (m. 38) y a los visitantes Gaku (m. 23), Mollejo (m. 63), Christian Santos (m. 70) y Mujaid (m. 72).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima novena jornada de la Liga SmartBank disputado en el estadio La Rosaleda de Málaga a puerta cerrada.

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