Salvarse con tres jornadas de margen, auténtica ciencia ficción en enero, está al alcance del Deportivo esta tarde en Málaga. Lo logrará si es capaz de conseguir una nueva victoria para auparse hasta los 51 puntos, que significarían la permanencia en Segunda de manera virtual, aunque todavía no de forma matemática. A un paso de la meta lo ha situado Fernando Vázquez, cuyo equipo es el único de la categoría todavía invicto tras el parón liguero.

En La Rosaleda le espera un rival que últimamente se ha hecho fuerte apoyándose en un sistema idéntico al del Dépor, con cinco atrás. Los andaluces vienen de encadenar cuatro jornadas sin recibir gol, pero también les está costando marcar. De ahí su todavía delicada situación en la tabla, con dos puntos de margen sobre el descenso y dos por debajo del Deportivo. Una auténtica final para ambos, porque el que gane dará un paso de gigante hacia el objetivo, definitivo en el caso del equipo blanquiazul.

Las bajas condicionan los planes tanto de Fernando Vázquez como de Sergio Pellicer. El de Castrofeito no puede contar con los lesionados Somma, Uche, Peru y Salva, ni tampoco por Keko, este último por contrato, mientras que el extécnico del Fabril se queda sin Keidi Bare y Diego González.

El Deportivo demostró ante el Tenerife y el Huesca que está para más cosas que solo defender. También está capacitado para ser protagonista con la pelota y someter a sus rivales con el talento de futbolistas tan en forma como Aketxe o Gaku. Vázquez decidirá si opta por una línea continuista en su plan de partido, apostando de nuevo por el orden y por no cometer errores a la espera del momento ideal para golpear, o bien se decanta por dar un paso al frente e ir a por el triunfo de forma clara desde el inicio. Incluso podría retocar su dibujo habitual para desemparejar a sus hombres de los del Málaga y propiciar situaciones de ventaja numérica o posicional.

El Dépor suele llegar más entero que sus rivales a la recta final de los encuentros, pero habrá que comprobar cómo le afecta el calor extremo que tendrá que soportar esta tarde. Un factor a tener muy en cuenta, pero que en ningún caso puede servir de excusa cuando está tan cerca la meta de la salvación, un auténtico tesoro después de una primera vuelta tan horrible.