Cuando se ve cara a cara con él, cuando llega el momento de librarse o condenarse, al Dépor le ha impuesto sobremanera el precipicio de la Segunda B. Ni fútbol ni empuje ni alma para sellar una remontada que parecía casi hecha y que ahora empieza a oler a gatillazo. El doblete de Pinchi enterró a un Dépor que muchos minutos antes ya se había echado tierra él mismo por encima. Fue un premio que el Extremadura se cobró en diferido. No merecía otra cosa su entereza, su humildad, justo lo que le falló a un conjunto, el coruñés, que apunta a pájara en el peor momento posible. Perdido. No supo ni ir a por el partido, ni contener con el 2-2 cuando el aliento no le daba para más. Siempre con el paso cambiado. Jugadores paralizados, entrenador bloqueado. Todo a dos cartas: Mirandés y Fuenlabrada.

La alineación del Extremadura con un puñado de jugadores con dorsales por encima del 40 animaba con la boca pequeña al deportivismo. Cuando el objetivo está tan cerca y después de tanto sufrir, todos parecen gigantes, pero las señales eran inequívocas. El 1-0, a los tres minutos, aumentó esa sensación. David Simón, uno de los lunares del once a pierna cambiada, pisaba el área con alma de delantero para aprovechar el centro de Mollejo. La pasividad del defensor facilitaba el remate. 1-0. Fue la única alegría.

El panorama ponía al Dépor en una bifurcación del camino. O aceleraba y lo cerraba ya o jugaba a ritmo bajo con el riesgo de dar alas a su rival y acabar metiéndose en un agujero del que le iba a ser muy difícil salir. Optó por lo segundo e hizo una de las peores primeras partes que se recuerdan en Riazor esta temporada. Y ya es mucho decir. No daba tres pases, todos los toques eran hacia atrás. El calor parecía otro de sus acompañantes. Se marchitaba más y más. Y mientras, dentro de su humildad, el Extremadura tocaba, encontraba posiciones cómodas y crecía. Tuvo Nono el 1-1, la mandó a las nubes.

Los últimos minutos sirvieron para igualar el juego, con cierto toma y daca. Bajó un poco la buena presión a la salida de balón coruñesa y el Dépor cogió aire. Se estiró y rondó la portería. Sin excesivo ahinco. Lo mejor era el gol y haber salido vivo. Eso sí, el equipo coruñés estaba buscándose su propia perdición.

Y la encontró por multiplicado en el segundo tiempo. Desde un portero de mano blanda en el primer y en el tercer gol a un técnico que no supo entender lo que pedía el partido casi en ningún momento. Otras veces ha ganado partidos Fernando Vázquez, esta vez no. No fue capaz de empujar a su equipo a tener la pelota, a lanzarse a por el segundo para desactivar cualquier intentona del Extremadura y en los últimos minutos desarmó tanto a su equipo con los cambios que cada progresión visitante era una ocasión ante Dani Giménez. Para hundir más el puñal, los dos goles fueron de Óscar Pinchi, que ni los celebró.

Antes de llegar al doloroso desenlace se vio a un Dépor mejor en el inicio de la segunda parte, pero ya incapaz de desactivar la ola del Extremadura. El gol de Fran Cruz fue extraño, pero justo. Bastante se había librado ya el equipo coruñés que ahora las iba a pagar todas justas. Tras el 1-2 el acoso tuvo premio con el gol de Christian. 2-2. Y, cuando todo el mundo, soñaba con el 3-2 llegó el batacazo. No todos los días iba a tocarle el jack-pot en la última jugada. No merecía menos hoy el Dépor que pagar, penar. Desde el entrenador al último jugador. La derrota, las formas son su propia condena.

FICHA TÉCNICA (Deportivo-Extremadura, 2-3)

Deportivo: Dani Giménez; Bóveda, Mujaid (Çolak, m.60), Bergantiños, Montero, David Simón (Hugo Vallejo, m-73); Aketxe, Gaku Shibasaki, Borja Valle (Christian Santos, m.79), Mollejo; y Sabin Merino (Beauvue, m.73).

Extremadura: Collao; Álex Díez, Fran Cruz, Granero, Bastos; Cristian, Rocha (Airam Cabrera, m.46), Sabit (Gabri Cardozo, m.85), Nono (Carrasco, m.66); Pinchi y Manu Mosquera (Lele, m.75).

Goles: 1-0, M.4: David Simón. 1-1, M.68: Montero, en propia puerta. 1-2, M.84: Pinchi. 2-2, M.89: Christian Santos. 2-3, M.92: Pinchi.

Árbitro: Arcediano Monescillo, del comité castellano-manchego. Mostró amarilla a Cristian (m.14) y Carrasco (m.88), del Extremadura.

Incidencias: Partido de la cuadragésima jornada de LaLiga SmartBank disputado en el Estadio Abanca-Riazor a puerta cerrada.