Abatido por el "lamentable" partido del Deportivo ante el Extremadura, un actuación a su juicio "inexplicable", Fernando Vázquez analizó lo sucedido con mucha amargura. "Teníamos una bala maravillosa para salir y desgraciadamente la desaprovechamos en un partido lamentable. Tengo ganas de pedir perdón, me siento avergonzado, tengo ganas de llorar -confesó-. Para mí es inexplicable. Soy el entrenador y tengo que buscar una explicación, pero ya noté algo en Málaga que poco me gustara. Cuando veo el rendimiento individual tengo una sensación muy extraña. Perdimos una gran oportunidad. A ver si va a salir aquello que recordé muchas veces de que el objetivo está cerca pero es inalcanzable y que cuanto más cerca está, más lejos está. No sé. No tengo explicación para este partido".

Sugiere Vázquez que "quizá" haya un "problema psicológico" por ver la orilla cerca después de haber sufrido tanto para salir a flote: "En los últimos dos partidos nos dormimos un poco, como si estuviéramos anestesiados. En el rendimiento individual y colectivo estamos anestesiados o atontados. Vi el partido desde arriba y estoy bastante indignado, a veces siento vergüenza un poco también". "Cuando ves el objetivo muy lejos no te paras. Tienes confianza y no te paras. Ahora lo que sí puede pasar, aparte de que el objetivo está cerca y puede haber un fenómeno de relajación, es el fenómeno de que se compite de manera diferente y entra el pánico o el temor de qué pasa si no ganas, cosa que antes no pasaba. Algo está pasando en ese sentido en la cabeza de mis futbolistas", argumentó.

De nuevo figura en el acta

El colegiado Arcediano Monescillo reflejó en el acta que en el minuto 25 observó a Fernando Vázquez "sentado en la grada encima del banquillo local y dando instrucciones en voz en grito a sus jugadores por lo que requerí al cuarto árbitro que lo comunicara al delegado de campo, realizando dicha advertencia en los instantes posteriores". "Durante el resto del partido estuvo situado en el mismo lugar dando instrucciones a sus jugadores con un comportamiento correcto", añade el árbitro en el acta en el capítulo de observaciones.