El Deportivo se complicó mucho la salvación con las sonrojantes derrotas ante Málaga y Extremadura pero sigue dependiendo de sí mismo para evitar una de las dos plazas de condena que todavía están pendientes de adjudicar, una vez consumados los descensos matemáticos del club de Almendralejo y del Racing de Santander. Hasta siete equipos están en esa pelea por no bajar a falta de dos jornadas para la conclusión del campeonato, ya que con seis puntos en juego solo cuatro separan al Oviedo, decimocuarto clasificado con 50, del Lugo y el Albacete, ambos en el pozo con 46.

Con 48 puntos, dos por encima de la zona de condena, las cuentas del Dépor pasan por ganar el viernes en Anduva (21.00 horas) para no depender de otros resultados. Debería bastarle con una victoria más para no caer a Segunda B e intentará conseguirla frente a un Mirandés que apura sus escasas posibilidades matemáticas de auparse al play off. Luego le quedará el encuentro ante el Fuenlabrada, séptimo clasificado y metido de lleno en la pelea por la promoción, que visitará Riazor en la última jornada. Junto a Oviedo, Dépor, Lugo y Albacete, otros tres clubes también tratan de evitar la quema en este esprint final: Málaga (49), Ponferradina (48) y Numancia (47).

Tras el parón liguero por la pandemia el Dépor encadenó siete jornadas sin perder, con un balance de tres victorias y cuatro empates que lo situaron a solo un paso de cruzar una meta que parecía lejanísima, casi inalcanzable, cuando Fernando Vázquez se hizo cargo del equipo en enero. Sin embargo, después de ganar al Huesca (2-1) el Deportivo se vio tan cerca de la orilla que se quedó bloqueado, "como anestesiado", según palabras del técnico de Castrofeito, y ofreció su peor versión primero en La Rosaleda, donde dio vida al Málaga (1-0), y luego ante el Extremadura, capaz de remontar en Riazor con una formación plagada de chavales (2-3).

Con horario unificado para las últimas dos jornadas, al Dépor no debería preocuparle demasiado lo que hagan sus rivales directos si de una vez por todas hace sus deberes y cumple con su obligación de sacar adelante el partido del viernes en Anduva. Se juega muchísimo más que el Mirandés, nada más y nada menos que su supervivencia en el fútbol profesional, un factor que debería notarse sobre el terreno de juego. A la misma hora Numancia y Lugo tendrán dos salidas complicadas, a los campos del Huesca y el Tenerife, respectivamente, mientras que el Albacete recibirá a un Zaragoza en horas bajas pero que todavía tiene a tiro la segunda plaza de ascenso directo. La Ponferradina, que se complicó mucho la vida en las últimas jornadas, se medirá al Almería, otro de los candidatos a jugar en Primera la próxima campaña. Algo más sencillos, en teoría, serán los compromisos del viernes para Oviedo y Málaga. Los asturianos reciben a un Racing descendido pero que el pasado fin de semana venció al Huesca y los andaluces compiten también en casa ante el Alcorcón, cuyas opciones de play off son muy escasas.

Si el Dépor gana en Anduva certificará la salvación matemática en caso de que pierdan dos de sus tres inmediatos perseguidores: Numancia, Lugo o Albacete. Con un empate no le bastaría aunque cayesen lucenses y manchegos, ya que el golaveraje particular está empatado con ambos y el general es desfavorable. El posible triple empate beneficiaría al equipo de Juanfran, que ganó los dos duelos ante el Albacete y empató los dos ante el Dépor.

En cuanto a los golaverajes en los duelos particulares, el equipo coruñés lo tiene favorable con Oviedo y Numancia; empatado con Lugo y Albacete; y perdido con Málaga y Ponferradina. Las posibilidades de dobles, triples o cuádruples empates son múltiples teniendo en cuenta que hay hasta siete equipos implicados en la lucha por la salvación, pero las únicas cuentas válidas para el conjunto blanquiazul son las de sumar tres puntos en Miranda con los que dar un paso de gigante, puede que definitivo, hacia la meta.