| La plantilla del Mirandés volvió a los entrenamientos ayer por la mañana en el campo 2 de Anduva después de haber disfrutado de dos días de descanso. El rival del Dépor completó una sesión con tareas de recuperación, rondos y ejercicios de posesión. La novedad fue la presencia del portero Jesús Limones en el gimnasio, recién operado de la fractura en el pómulo izquierdo que sufrió en el partido contra el Oviedo. El Mirandés recibirá al equipo coruñés el viernes y cerrará el campeonato el próximo lunes en el Anxo Carro de Lugo. Esta temporada el equipo rojillo solo perdió dos de los veinte partidos ligueros que disputó como local. El Cádiz (1-2) y la Ponferradina, con idéntico resultado, fueron los únicos que lograron vencer Anduva, además de la Real Sociedad en Copa (0-1).