Los representantes del Concello de A Coruña, la Subdelegación del Gobierno y el Deportivo no tenían conocimiento el lunes por la mañana, momento en que mantuvieron una reunión para coordinar la seguridad del partido que se disputaría horas después, de que jugadores del Fuenlabrada hubieran dado positivo en las pruebas del coronavirus el fin de semana previo. Así lo confirmaron a este periódico la Subdelegación del Gobierno y otras fuentes conocedoras de lo sucedido en el encuentro, quienes destacaron que ni la subdelegada, Pilar López Rioboo, ni los mandos de la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía contaban con esa información.

En el transcurso de esa reunión, que se celebró de forma extraordinaria, ya que solo se convocan cuando se trata de un encuentro de alto riesgo, se acordó establecer esa tarde un dispositivo especial de seguridad en la zona de Riazor ante la trascendencia que iba a tener el partido de fútbol entre el Deportivo y el Fuenlabrada.

La legislación determina que cada equipo de fútbol profesional debe disponer de un coordinador de espectáculos deportivos y que en la mayoría de los casos es un inspector del Cuerpo Nacional de Policía. Esa persona recibe información sobre las condiciones de seguridad, viajes de aficionados y autoridades y previsiones de conflictividad que puedan afectar a la seguridad de un partido.

De acuerdo con esta normativa, el encargado de estas tareas en el Fuenlabrada debía conocer que había jugadores o empleados del club contagiados de Covid-19 antes del viaje que realizaron a A Coruña, pero se ignora si fue informado acerca de esta situación por parte por la entidad deportiva. Si ese responsable no recibió esos datos o no los transmitió a su homólogo en A Coruña, a lo que estaba obligado en caso de haberlos conocido, se habría producido un fallo en el protocolo de seguridad que habría permitido al Fuenlabrada desplazarse hasta la ciudad.

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Futbolistas del Fuenlabrada, en las ventanas de su hotel en A Coruña

Los coordinadores de espectáculos deportivos, tanto del equipo local como del visitante, deben informarse mutuamente de todas aquellas situaciones que puedan afectar a la seguridad del partido, en especial si contribuyen a elevar el nivel de riesgo que ha sido determinado previamente o incluso si pueden ser motivo para que el encuentro no llegue a disputarse.

El desconocimiento de los resultados positivos de los análisis en la reunión que mantuvieron las autoridades coruñesas el lunes por la mañana impidió además que en ese mismo momento se tomaran decisiones que habrían dado tiempo a adoptar otras soluciones acerca de la competición y para evitar nuevos contagios.

El encuentro entre responsables políticos, policiales y del Deportivo se desarrolló en la Subdelegación del Gobierno en A Coruña también de forma extraordinaria, ya que las reuniones para la coordinación de seguridad de los partidos que se disputan en Riazor se llevan a cabo de forma habitual en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía en Lonzas y sin la presencia de representantes políticos.