A la tercera fue la vencida. La SD Compostela es desde ayer el nuevo equipo gallego de Segunda División B, después de hacerse con su plaza en un disputado encuentro ante el Ourense celebrado en el estadio de Balaídos en el que los de Yago Iglesias llevaron el peso del partido y tuvieron casi todas las ocasiones claras de la final.

El gol del empate (1-1) en el minuto 67, un claro penalti de Cassio materializado por Pablo Antas sentenció el partido a favor del conjunto santiagués al que, de acuerdo con las directrices dictadas por la Federación Galega de Fútbol, le bastaba el empate para lograr el ascenso.

Los ourensanos llegaron al partico con ganas, después de haberse codeado de "tú a tú" con el Compostela a lo largo de toda la temporada y terminar segundos en la clasificación a tan sólo un punto de los de Yago Iglesias. Los del Ourense comenzaron dominando el primer cuarto con un juego intenso y superior en todas las acciones que se culminó en el minuto 13 con el gol de Adri Castro de remate de cabeza tras centro de Murilo en una jugada iniciada por Sergio Barcia. Tras el tanto, la salida ambiciosa de los jugadores de Fran Justo tratando de presionar arriba con Adri Castro, Pibe y Lamelas dio paso a un Ourense metido atrás, con los 11 jugadores en apenas 40 metros. El Compostela comenzó a dominar el partido a partir del minuto 20 y a partir de aquí al Ourense le tocó sufrir. El penalti en el minuto 67 puso las tablas en el marcador. Un resultado que favorecía a los santiagueses, que lograron mantenerlo hasta el minuto 100 para ascender a Segunda B.