El Deportivo y el Numancia, en particular, y el fútbol español, en general, están pendientes de que hoy se cierren dos de los frentes abiertos que afectan a la continuidad de ambos equipos en Segunda División y a la planificación de las competiciones profesional y semiprofesional (Segunda y Segunda División B). Por una parte, este mediodía expira el plazo que la Federación Española de Fútbol (RFEF) le dio a la Liga del Fútbol Profesional (LaLiga) para que se pronuncie sobre la propuesta de que la categoría de plata esté conformada por 24 equipos en la temporada 2020-21 de forma excepcional; por otra, se espera también a lo largo de esta jornada que el Comité de Competición reciba el expediente abierto al Fuenlabrada en el que el juez instructor de la FEF presentará sus conclusiones.

La Federación instó el pasado miércoles a la patronal, a través de un escrito firmado por el secretario general, Andreu Camps, a que respondiese a la propuesta que ya había cursado el pasado 31 de julio de ampliar en dos equipos la Segunda División, que en el curso venidero constaría de 24 clubes. El organismo que preside Luis Rubiales especifica en el documento que si antes de este mediodía no existe una "respuesta favorable" de LaLiga entenderá que su demanda es rechazada. Esta es la solución que plantea la FEF como compensación por la injusta medida adoptada por la patronal, que preside Javier Tebas, de suspender únicamente el Deportivo-Fuenlabrada de la última jornada de Liga, cuando estaba establecido que dicho encuentro se disputase a la misma hora (21.00), que todos los demás en los que había equipos implicados en la lucha por la salvación y los puestos de promoción de ascenso.

Aquel 20 de julio cuatro equipos trataban de evitar convertirse en compañeros de viaje de Racing de Santander y Extremadura en su descenso a Segunda B: Numancia, Deportivo, Lugo y Albacete. Estos dos últimos dependían de sí mismos y vencieron en sus respectivos duelos contra el Mirandés y el Cádiz, triunfos que dejaban sin posibilidades a deportivistas y a sorianos -el Numancia también se impuso en su encuentro contra el Tenerife-; pero el equipo blanquiazul no pudo disputar ese partido porque dos horas y media antes del inicio del juego el Fuenlabrada advirtió de que tenía diversos positivos de Covid-19. Ante este anuncio, LaLiga decidió suspender el partido, pero no la totalidad de la jornada.

El argumento esgrimido por los que se niegan a la ampliación de la categoría es que se trata de un acuerdo del Consejo Superior de Deportes, la Federación Española de Fútbol y la propia Liga del Fútbol Profesional; sin embargo, obvian que tanto el CSD como la FEF participaron de esa decisión sin conocer el número exacto de infectados con los que el Fuenlabrada viajó a A Coruña (seis), pues entonces la decisión hubiera sido otra. Con posterioridad, el club madrileño llegó a acumular un total de 28 casos positivos. Además, sus dirigentes ocultaron a la Xunta hasta las 21.41 horas de ese día el número de casos, según un informe de Sanidade, que el Deportivo incorporó el pasado miércoles a la instrucción abierta por la FEF.

De Javier Tebas depende que este asunto se cierre en el plano deportivo, porque hay más vías abiertas, pues si su respuesta es favorable a la propuesta de la Federación el Deportivo y el Numancia continuarían en Segunda y, además, el Fuenlabrada podría casi garantizar su presencia en esta categoría, pues corre serios riesgos de un descenso administrativo a causa de las presuntas graves irregularidades que cometió la entidad madrileña con motivo de su desplazamiento a A Coruña el pasado 20 de julio.

Y sobre este conflicto tiene que pronunciarse el juez instructor que lleva el expediente disciplinario abierto a los madrileños. Esta es otra de las vías que podrían propiciar la permanencia del conjunto coruñés, pues la pérdida de categoría del Fuenlabrada significaría que el decimonoveno en la clasificación (cuarto por la cola) ocuparía dicha plaza. Andreu Camps tiene previsto presentar hoy ante competición las conclusiones de su informe. A partir de ahí será el Comité el que decida y depure responsabilidades, en el caso de que correspondiese. En el punto de mira está la forma de proceder el club madrileño, que pudo haberse saltado todos los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias y deportivas.

La arbitraria decisión de LaLiga de suspender únicamente el partido de Riazor -Deportivo-Fuenlabrada- no solo afectó al cuadro coruñés. Pues también el Numancia se consideró damnificado; además, otros clubes como el Rayo Vallecano y el Elche, que optaban a disputar la promoción de ascenso, se lamentaron de la decisión, sobre todo los vallecanos. Los ilicitanos recularon y guardaron silencio porque al final el triunfo de los blanquiazules en el "paripé" de Riazor del pasado viernes día 7 les benefició. Tanto que ayer disputaron el partido de ida de la promoción de ascenso contra el Zaragoza. Deportivo y Numancia siguieron solos en su pugna, con el respaldo de la FEF y hoy sabrán si su esfuerzo obtendrá compensación y justicia. Si LaLiga acepta la propuesta de la FEF todo se habrá acabado.