Álex Bergantiños presentó ayer en la comisaría de Lonzas una denuncia por detención ilegal contra los dos policías desplazados desde Madrid el pasado 5 de octubre a petición de la Comisión de Integridad de la Liga por un presunto delito de corrupción entre particulares. Todo ocurrió tras una filtración de un audio de whatsapp en el que el coruñés convocaba a sus compañeros a desplazarse a A Coruña para jugar contra el Fuenlabrada y a articular algún tipo de acto de protesta para el que se pondría en aviso al rival.

En menos de doce horas los agentes, integrantes del Centro Nacional de Policía de Integridad en el Deporte y Apuestas, viajaron desde la capital y le apresaron en un parque cercano a su casa cuando estaba con su familia, mientras se le incautaba el móvil y se le trasladaba a comisaría para prestar declaración Tras las pertinentes aclaraciones, el mediocentro salía de dependencias policiales en libertad y sin cargos, aunque también sin su dispositivo móvil, llevado a Madrid y que alguien en su nombre tuvo que ir a buscar hace tan solo dos días a 600 kilómetros de su domicilio. Todas estas actuaciones fueron censuradas por la Fiscalía, por varios sindicatos policiales y por una jueza de A Coruña, que no permitió a la policía ni el acceso ni el volcado de los datos del celular del futbolista coruñés.

"Fue un poco raro. Que se investigue si se pueden hacer así las cosas o no". Álex Bergantiños, aún sorprendido y acompañado de su abogado Óscar Rama, ahondó a la salida de la comisaría en las razones qué le han llevado a dar el paso. Pretende saber "si se actuó bien" contra su persona y "cómo se trató" la detención y el requisamiento del teléfono, que tuvo que buscar en Madrid hace días.

El capitán del Deportivo quiso remarcar su inocencia y le sorprenda la celeridad que tuvieron con él las autoridades en contraposición a la ausencia de explicaciones públicas y en sede judicial del resto de protagonistas tras la supuesta negligencia médica cometida al haber permitido el viaje del Fuenlabrada. "Llama la atención", avanza antes de proseguir en su argumentación. "Eso es lo que más duele y es lo que motiva esto (la denuncia). No tengo nada que esconder, no he hecho nada malo, y por eso sorprende que a mí se me detenga para declarar y que me hagan pasar el mal rato público y que luego todo el resto vaya tan despacio, que nadie pase a declarar, que nadie explique la posible negligencia sanitaria", concluyó.

El deportivista restó importancia a la filtración en sí y a la traición que supone que salgan a la luz conversaciones privadas de vestuario y prefirió detenerse en la utilización perniciosa que se ha hecho de sus palabras. "Fue una conversación que no dice absolutamente nada. El daño está en quien lo quiere utilizar para buscarle no sé qué tipo de interpretación y hacer daño", enfatizó. "Al final puede ser cualquiera que puede mandarlo a un agente o a un familiar y ya sabemos lo rápido que va ahora todo esto. El tema está en quién lo publica y luego a ver si es algo suficiente para mover toda esa logística y quién ordenó mi detención y el móvil, que llevo varios días sin él", razonó sobre la actuación policial que pide investigar tras la denuncia de ayer. Otro de los asuntos que le escama es la despreocupación de los autoridades para devolverle su móvil, cuando en otras actuaciones sí se batieron récords en los plazos: "Me sorprende la rapidez que hubo para venir aquí ante no sé qué tipo de indicio y luego la lentitud para recuperar algo que es tuyo".

Un vestuario indefenso

El Dépor estuvo indefenso al no haber jornada unificada, los futbolistas también lo estuvieron al no permitirles competir en igualdad de condiciones y al obligarles a jugar dos semanas después en un duelo que para Álex es "una anécdota", pero las consecuencias negativas de lo sucedido no acaban ahí para los jugadores. Álex las detalla, aunque él no sea uno de los afectados de manera directa por ese limbo jurídico en el que se encuentran muchos integrantes de la plantilla de Dépor: "A mí lo que me duele que haya compañeros que no sepan en qué categoría están, que no sepan qué contrato van a tener el año que viene, que no sepan si pueden firmar en otros equipos o aquí. Se está dejando todo, hablando de otras cosas y no tomando decisiones. Eso es lo peor para el fútbol y para el Dépor, al que le afecta directamente".

Como en toda esta crisis, los movimientos del sindicato de futbolistas en defensa de sus afiliados han brillado por su ausencia. Álex solo "agradece" que le defendieran cuando se filtró el audio, pero el resto son reproches: "AFE se equivocó en muchas cosas de las que se permitieron hacer con los futbolistas y con todo esto que ha pasado en las últimas jornadas, y más cosas que pasaron con el regreso a la competición. Hay muchas cosas que mejorar en el sindicato y ya las transmití internamente a la gente y a su presidente".