El Deportivo 2020-21 comenzó su actividad en Abegondo con los primeros exámenes médicos y test PCR a 18 jugadores, todos los que estaban convocados ayer para someterse a las pruebas. Entre ellos, Fede Cartabia, cedido la pasada temporada en el Al-Ahli de Dubái, así como Gerard Valentín y Borja Galán, que también jugaron a préstamo en el Lugo y en el Racing de Santander, respectivamente. El argentino, cuya alta ficha resultó inasumible para el club hace un año, tiene muchas papeletas para volver a hacer las maletas, todas si finalmente el Dépor compite en Segunda B. Tanto él como sus compañeros se reagruparon en Abegondo compartiendo una gran incertidumbre sobre en qué categoría jugará el equipo coruñés. De ello depende su futuro inmediato, ya que en caso de caída al tercer escalón el Dépor se vería abocado a tener que abrir la puerta de salida a la inmensa mayoría para armar una plantilla prácticamente nueva.

De momento, ya están en A Coruña nueve futbolistas que formaron parte del primer equipo la pasada temporada: Álex Bergantiños, que seguirá tanto en Segunda como en Segunda B, más Vicente Gómez, Eneko Bóveda, Mujaid Sadick, Salva Ruiz, Keko Gontán, Michele Somma, Uche Agbo y Galán, que jugó en Riazor la primera mitad del curso pasado. Con Cartabia y Valentín suman once, a los que hay que añadir siete canteranos: Gandoy, Valín, Juan Rodríguez y Alberto, los cuatro a las órdenes de Fernando Vázquez la pasada temporada; más los fabrilistas Javi Sanmartín, Adri Castro y Pablo Brea.

Cuatro más en camino

18 en total a los que "en los próximos días", según informó el club, se unirán Dani Giménez, Gaku Shibasaki, Claudio Beauvue y Diego Rolan, otro de los que regresan tras cesión, en su caso desde el Juárez mexicano. El delantero uruguayo aún no debutó en partido oficial con la camiseta del Deportivo y, salvo sorpresa mayúscula, no lo hará nunca pese a que tiene firmado un año más con el equipo coruñés. Está en la rampa de salida, igual que muchos futbolistas con contratos pactados para Segunda División y que tendrán que cerrar antes de tiempo su etapa en Riazor si finalmente se consuma el descenso.

Por ejemplo, los cuatro refuerzos invernales que firmaron cláusulas de renovación automática en caso de salvación. Sabin Merino ya regresó a su club de procedencia, el Leganés, pero según fuentes del Deportivo tendrá que volver a A Coruña para ponerse de nuevo a las órdenes de Vázquez si el equipo coruñés logra la permanencia en los despachos. Como la de Sabin, la ampliación contractual de Beauvue, Keko y Uche también depende de que el Dépor siga en Segunda. El nigeriano continuó este verano con la actividad en Abegondo para recuperarse de la lesión de rodilla por la que se perdió las últimas jornadas. También avanzó en su puesta a punto en la ciudad deportiva el central italiano Somma, que acabó contrato pero seguirá en Riazor si el Deportivo no baja.

El lunes, primera sesión

No solo futbolistas visitaron ayer Abegondo. También lo hicieron los técnicos, con Fernando Vázquez y su mano derecha, Manuel Pombo, a la cabeza. El entrenador de Castrofeito tiene previsto dirigir el próximo lunes por la mañana la primera sesión de pretemporada sobre el césped de Abegondo. Será una primera toma de contacto con los terrenos de juego, todavía condicionada por el protocolo sanitario contra la pandemia.

Vázquez considera que el Dépor es equipo de Segunda División pero, mientras no se resuelvan las batallas judiciales con las que el club coruñés trata de renovar en los despachos su plaza en la categoría de plata, el técnico avanzará en la preparación casi a ciegas, sin tener la certeza de en qué escalón competirá ni qué grupo de futbolistas formará su plantilla definitiva.

No es la primera pretemporada complicada para Vázquez en Abegondo. En el verano de 2013 también tuvo que hacer frente a otra situación límite por los problemas económicos del club y la amenaza de descenso administrativo. Se apoyó en muchos canteranos hasta la tardía llegada de los refuerzos y logró armar un equipo competitivo que acabó alcanzando el objetivo del ascenso a Primera. Siete años después, vuelve a tener que enfrentarse a otra papeleta de gran dificultad marcada por la incerteza.