Siete incorporaciones después, aunque la del uruguayo Ignacio González todavía no se ha anunciado oficialmente a pesar de que se ejercita a las órdenes de Fernando Vázquez en las instalaciones de Abegondo, el Deportivo ha perfilado buena parte de la plantilla con la que competirá en Segunda División B, pero todavía mantiene incógnitas en forma de salidas que no terminan de materializarse.

Las de algunos jugadores parecen cercanas y ya ni siquiera se les puede ver por la ciudad deportiva a falta de cerrar un adiós prácticamente cantado. Son los casos de Fede Cartabia -que esta misma madrugada ha confirmado en sus redes sociales su regreso al Al-Alhi-Fede Cartabia, y Vicente Gómez, ausentes de los últimos entrenamientos con el permiso del club para resolver su futuro.

El centrocampista canario apura su etapa como deportivista después de semanas en una situación un tanto indefinida en la que no llegó a estar del todo claro si seguiría en el equipo o bien se marcharía. Ahora todo apunta a que probará fortuna en un campeonato extranjero después de dos temporadas en el Deportivo, lo que aumenta la incertidumbre alrededor del centro del campo deportivista.

El club todavía está pendiente de concretar la continuidad de Uche Agbo, que sigue con permiso negociando con el Standard de Lieja, y si finalmente Vicente no continúa deberá replantearse los movimientos en esa posición a pesar de la llegada de Celso Borges.

Los esfuerzos siguen centrados en reforzar la parcela de ataque, aunque no de una forma tan ambiciosa como para permitirse el regreso de Quique González procedente del Eibar. Las limitaciones en ese caso son las mismas que impiden contar con Diego Rolan o Fede Cartabia.

De los dos debe desprenderse el Deportivo para el proyecto en Segunda B, aunque el mercado no juega a favor del club. Al delantero uruguayo se le ha relacionado con el Nimes francés. En las oficinas deportivistas, sin embargo, admiten que cualquier movimiento es complicado en el contexto actual.