"Nacho es el típico futbolista al que el equipo siempre busca". Pocas personas más capacitadas en el fútbol uruguayo y en el entorno deportivistas para radiografiar al nuevo fichaje del Deportivo hasta el 30 de junio de 2022 y para calibrar si puede encajar en Riazor que el exblanquiazul Martín Lasarte.

El exentrenador de Nacional nunca tuvo a sus órdenes a este "mediapunta o interior" en sus diferentes periplos en el fútbol charrúa, pero lo conoce perfectamente de enfrentarse a él y, sobre todo, de su reconocida etapa en Danubio antes de marcharse al fútbol argentino. Cree que el Dépor ha contratado a un futbolista que, si se encuentra a gusto y es capaz de rendir, está llamado a convertirse en el epicentro del fútbol ofensivo blanquiazul, dadas sus características. "No es solo que recurran a él, es que es un jugador que domina muy bien los tempos del partido, cuando acelerar, cuando ralentizar el juego", cuenta antes de abundar en algunas de sus cualidades y deficiencias: "Es un futbolista que posee un buen golpeo tanto en corto como en largo y por eso muchas veces es el encargado del balón parado. No es excesivamente alto ni goleador, pero no tiene mal disparo y es capaz de filtrar buenos pases".

Nacho González, que ayer fue anunciado como la séptima contratación tras estar varios días a las órdenes de Vázquez, es por ahora la única apuesta para el Dépor 2020-21 que no tiene experiencia previa en el fútbol europeo. Para la secretaría técnica viene avalado por unas condiciones, que ahora debe ser capaz de hacer valer en un contexto tan particular como el de la Segunda B. Martín Lasarte cree que está preparado. "Hay campos de la primera de Uruguay que bien podrían ser de Segunda B de España", avanza. "Nuestro fútbol es también de mucho roce y contacto, ya está acostumbrado a ese tipo de juego. No le va a impresionar la Segunda B. Se adaptará. Ojalá haga carrera en el Deportivo", anhela.

Una película de terror

Lasarte fue un sufridor más en la distancia con el descenso del Dépor. "Me quería morir, fue una película de terror", asegura quien cree que quizás es el momento de pensar en una "especie de refundación. Nunca viene bien bajar, pero puede servir para relanzar, para mirar hacia adentro y para ahondar en el sentido de pertenencia de este club, y luego para mirar hacia arriba".