El que fue jugador del Deportivo, Real Madrid, Getafe y, en dos etapas diferentes, del Real Valladolid, Borja Fernández, confía en "no seguir pagando" por una acusación, la de haber participado en amaño de partidos, que ha resultado "infundada" después de que el juez haya acordado el sobreseimiento de las actuaciones contra él, con lo que queda desvinculado del procedimiento con pérdida del estatus de investigado.Borja

se refiere en sus declaraciones de este miércoles a que, el hecho de que fuera implicado en el Caso Oikos, que sigue en fase de instrucción, hizo que se paralizara su entrada en la estructura del Real Valladolid, que ya se había pactado de manera verbal, hasta que el caso se resolviera, por lo que confía en que ahora "vuelvan a contar con él en el club".

Esta mañana recibió un correo electrónico de la procuradora del caso Oikos en el que se confirmaba el sobreseimiento de las acusaciones contra él en dicha causa y que, por tanto, queda desvinculado del juicio oral que se iniciará cuando concluyan las fases previas.

"Hace unos meses -en mayo- se envió una petición al juez para que acordara el sobreseimiento, al no haber pruebas que me implicaran, y por fin ha respondido. Reconozco que empecé a leer el mensaje con un poco de nervios, hasta que llegué al final, estoy muy contento", ha detallado el exjugador en declaraciones a Efe.

Esta decisión ha llegado "un año y cuatro meses" después de que fuera detenido por la policía en Valladolid, y esposado, justo el día en que iba a reunirse con el presidente del Real Valladolid, Ronaldo Nazario, para hablar sobre su rol en la entidad blanquivioleta.

A partir de ese 28 de mayo de 2019 comenzó un sufrimiento que se ha "alargado demasiado", porque tenía claro que eso iba a pasar, ya que era "inocente" y, ahora, según lo que le aconsejen sus abogados, tomará "medidas y acciones" contra medios de comunicación y policía.

"He pagado un precio muy alto, y espero que no tenga que seguir pagándolo, porque iba a desarrollar un trabajo que no he podido hacer, y mi familia y yo hemos sufrido en este tiempo por muchas cosas que se han dicho en mi contra, con lo que quiero actuar para proteger mi futuro", ha precisado Borja Fernández.

Durante todo el día no se ha despegado del teléfono, hablando con amigos, medios de comunicación y familiares, entre otros, con su abuela, quien le ha dicho a Borja que "ya podía morir tranquila" tras conocer que su nieto había sido desvinculado de haber realizado amaños y de blanqueo de capital.

Su abuela no ha podido leer en redes sociales todo el apoyo que ha recibido el exjugador durante este tiempo, que ha querido "agradecer" porque, tal y como ha advertido, esa confianza de la gente es lo que "más" le ha ayudado en este tiempo de incertidumbre y de espera.

Borja Fernández ha traído a su memoria imágenes y vivencias de estos dieciséis meses en los que ha estado en la palestra por un delito que no había cometido, el amaño de partidos, concretamente, el Valladolid-Valencia del año 2019, a raíz de una conversación con uno de los implicados, Raúl Bravo.

"Me han venido a la cabeza los momentos duros, la detención, medios que se extralimitaron, pero sé que he hecho siempre las cosas bien y que, por fin, se ha hecho justicia", ha añadido el excapitán del Real Valladolid, quien tenía pensado ir a comer con su hermana para "celebrar" el punto y final de este tormento personal.

Ahora su deseo es poder formar parte del club que más le ha marcado en su vida, tal y como se había acordado antes de que se sucedieran los acontecimientos porque, en estos meses ha hablado "bastante" con varios miembros del mismo "pero ahora llega el momento de la verdad y se verá si se mantiene lo hablado", ha concluido.