Valerón, Djalminha, Emre Çolak, Culio, Ager Aketxe... Han pasado muchos entrenadores en los últimos 25 años por el Deportivo y ha habido diversas sensibilidades futbolísticas en Riazor, siempre con una querencia por el balón y el equilibrio, pero si hay algo que ha permanecido de manera casi inmutable es la predilección a construir equipos desde la mediapunta. Salvo recordadas excepciones, pocas duplas de ataque se han instalado en la mente del aficionado deportivista desde el famoso tándem Bebeto-Claudio Barragán. Fernando Vázquez, una vez aparcada de momento la línea de cinco atrás, pretende recuperar el 4-4-2 y construir un equipo rocoso, pero también ofensivo y arrollador. Claudio Beauvue, Rui Costa, Miku Fedor y el canterano Adri Castro son, de momento, los pretendientes a esas dos posiciones y a conformar una pareja estable que sea la base del anhelado ascenso a Segunda.

"Al parecer, el sistema va a ser con dos arriba", avisaba ayer el delantero venezolano en su presentación. El ex del Rayo Vallecano y del Getafe corroboraba lo ya visto en gran parte de los minutos en juego de los dos primeros amistosos ante Racing Villabés y Arzúa y deslizaba algunas de las señas de identidad que marcarán el juego del nuevo Dépor 2020-21. "Por lo que veo habrá mucho trabajo defensivo y tendremos que ser muy intensos y solidarios", remarcaba ante los medios de comunicación.

A la espera de que pueda llegar una guinda ofensiva, el cuarteto le dará alternativas y variantes al juego ofensivo de los blanquiazules y oposita a suceder, a otra escala, a la pareja formada por el brasileño y el ilicitano en un Dépor que en las últimas décadas ha visto marcado su fútbol y su concepción como equipo, en gran parte, por la dilatada y longeva trayectoria de Juan Carlos Valerón en A Coruña. Desde 2000 a 2013 instauró el 4-2-3-1 como seña de identidad e incluso obligó a recurrir a él a técnicos un tanto reacios a su llegada como Caparrós. Hasta Irureta se entregó a él, a pesar de que en los proyectos anteriores a su llegada solía recurrir a la dupla Turu-Pauleta cuando Djalma estaba sancionado o se lesionaba.

La escuela y la pegada del medipunta grancanario siguió dejándose sentir y a A Coruña llegaron Culio, Emre Çolak, Carles Gil o Ager Aketxe, entre otros; todos futbolistas sobre los que pivotar un equipo. En este Dépor el futbolista con un perfil más parecido a lo que exige esa demarcación es Nacho González, pero los planes de Fernando Vázquez para él y para el equipo van en otra dirección.

Las parejas de ataque formadas por Luis Alberto y Lucas y, sobre todo, Carlos Fernández y Quique son las que han roto esa tendencia con mayor regularidad en los últimos años. Cada una tenía sus matices, pero las dos dejaron su sello en los últimos tiempos en Riazor. Los tantos brotaron de ambas sociedades con el coruñés como protagonista goleador en una de ellas y con el sevillano y el pucelano en simbiosis anotadora durante muchos momentos de aquel ejercicio. En dos semanas el Dépor aspira a reeditar una fórmula que tuvo sus momentos de esplendor, pero que fue poco utilizada en los últimos tiempos.