Desde el lunes Fernando Vázquez lidia con una eventualidad que no tiene por qué ser negativa, pero que de entrada le generará algunos inconvenientes. Se trata de la incorporación de un activo inesperado como Diego Rolan con el que no contaba, pero que lleva sin entrenarse con un grupo de trabajo desde marzo. El técnico no es ciego ante los problemas momentáneos que plantea esta opción, aunque es consciente de que se puede acabar convirtiéndose en una oportunidad. "Fue una sorpresa que viniera, pero positiva", puntualiza. "Es un futbolista que marca diferencias, especialmente en esta categoría. Hablé con él y está dispuesto a participar y a ayudar al equipo", reconoce alabando su predisposición, mientras se adentra en los peros y en las particularidades del caso. "De momento, no tiene permiso de trabajo y lleva mucho tiempo sin entrenarse en grupo. Su situación hay que llevarla con mucho cuidado a nivel de entrenamientos y que arregle definitivamente lo que tiene que arreglar", sentencia.

También explicó por qué se decanta por jugar con dos arietes. "Si un equipo cuenta con puntas de nivel y calidad y más ahora que tendremos a Rolan, pues la posibilidad de jugar así está clara, la tengo en la cabeza y adaptaré al equipo siempre que los delanteros resulten importantes y resolutivos. El 4-4-2 es un sistema que me sirve para entrenar líneas de cuatro y puedo modificarlo, pero puedo jugar con dos delanteros sin tener que recurrir a él", dice.