La Xunta limitó el aforo permitido en Riazor para el partido entre el Deportivo y el Salamanca del domingo. Aunque Sanidade autorizó la presencia de más de 1.000 espectadores en el estadio para el encuentro que supondrá el estreno del conjunto blanquiazul en Segunda División B, el número de aficionados está por debajo de los más de 5.000 planteados desde el club.

La entidad deportivista recibió ayer a mediodía el visto bueno de la Dirección Xeral de Saúde Pública para sobrepasar el límite establecido para los espectáculos deportivos al aire libre, aunque no proporcionó una cifra exacta de los aficionados que podrán presenciar en directo el encuentro. Serán alrededor de unos 3.000. El Deportivo, no obstante, garantizó que todos aquellos abonados que adquirieron una entrada entre el martes y el miércoles, cuando la entidad blanquiazul decidió suspender la venta de localidades debido a la incertidumbre sobre el número definitivo de aficionados que podrían entrar a Riazor, accederán al partido.

La Xunta justificó la decisión de reducir el número de espectadores planteado por el club debido a la dificultad de garantizar la seguridad sanitaria en los accesos al estadio, a pesar de que en el interior se cumplieran todos los requisitos.

La decisión desbloqueó la situación de inseguridad que se generó a raíz de la falta de respuesta de Sanidade al plan de acceso para ese primer encuentro de la temporada diseñado por el Deportivo, que había comenzado a despachar las localidades entre sus aficionados a pesar de no disponer del visto bueno. El club ya había distribuido más del millar permitido sin necesidad de un protocolo para ampliar el aforo y podía verse ante la coyuntura de tener que devolver el importe de las entradas a aquellos socios que no pudieran acceder. Esa posibilidad quedó descartada con la decisión de la Xunta, pero aún así el aforo autorizado está por debajo del número de entradas reservadas por los aficionados y que inicialmente se pusieron a la venta.

Para compensar a aquellos abonados que la habían solicitado y resultaron adjudicatarios, pero que no pudieron comprarla después de que el club se viera forzado a interrumpir la distribución de las localidades, el Deportivo ha ideado una fórmula de compensación para que tengan prioridad de cara al siguiente encuentro que el conjunto blanquiazul disputará en el estadio de Riazor, dentro de tres semanas contra el Coruxo.

"Los socios protectores que están en el listado de adjudicatarios y que no han podido comprar su localidad por el cierre de la venta, serán quiénes tengan preferencia de compra para el próximo partido como local del Deportivo", indicó ayer la entidad blanquiazul mediante un comunicado.

El club recibió finalmente la aprobación al protocolo que elaboró para que al primer partido de la temporada pudieran asistir más de un millar de abonados, aunque la cifra estará por debajo de la barajada por el Dépor a través del estudio que trasladó a la Xunta para garantizar las medidas sanitarias. Se esperaba que algo más de 5.000 "socios protectores", aquellos que renunciaron a la cantidad proporcional por los partidos de la temporada pasada a los que no pudieron asistir y además este curso renovaron el carné, podría entrar a Riazor para el estreno de la competición, pero serán menos.

El Deportivo indicó que todos los abonados que lo habían solicitado tendrían un asiento y se generaron colas en la oficina de atención al accionista de Riazor para adquirir uno de los boletos. Después de que se barajara la posibilidad de que solo podrían acceder un millar, el club garantizó la asistencia de los que hasta ayer compraron una localidad.

La retransmisión del partido todavía continúa en el aire debido a la falta de acuerdo entre el club y alguna plataforma. Las negociaciones emprendidas aún no han dado sus frutos para que los encuentros como local del Deportivo sean emitidos en televisión o en la modalidad de streaming.