Uxío da Pena (Lugo, 1990) dejó huella en el club durante las dos temporadas que militó en el Fabril. Mañana regresará a A Coruña en las filas del Salamanca en la que será su vuelta también a los terrenos de juego tras una grave lesión en los ligamentos de la rodilla.

¿Llegó a imaginarse enfrentándose al Deportivo en Segunda B?

Para nada. Soy deportivista y cuando ocurre el espectáculo del Fuenlabrada y las decisiones administrativas que conllevan que el Deportivo descienda de categoría no pienso en que me puedo enfrentar al Deportivo, pienso en que como aficionado estoy dolido y triste por la situación que va a atravesar el Dépor por lo menos durante un año. Cuando coincide el subgrupo y sale la primera fecha en Riazor, cuesta asimilar verse enfrentándote al Deportivo cuando evidentemente no es lo que deseas.

Jugó dos años en el Fabril y se le recuerda como si hubiera estado muchos más...

Me suele pasar en todos los equipos en los que estoy, es también parte de mi carácter y mi forma de ser sentir el lugar donde juego como mío y como un aficionado más. En el Fabril me tocó vivir la cara y la cruz, quizá el mejor año de su historia y uno de los peores. Los disfruté ambos y siempre di la cara. Eso se trasladó un poco a la afición a pesar de que no soy ese tipo de futbolista prototipo con tatuajes y redes sociales. Tengo mi forma de ver la vida y que comparte mucha gente, por eso también creo que se identifican conmigo.

En Riazor podría jugar su primer partido de liga después de un año, ¿cómo está después de la lesión?

El haber pasado antes una lesión exactamente igual que la que sufrí el año pasado te da a conocer las sensaciones y la incertidumbre es menor porque sabes cómo tienes que llevar el proceso de recuperación. Las ganas sí que son muchas porque se va a cumplir un año desde el último partido en competición oficial. La desventaja es que cuando sales de un cruzado y te truncan la recuperación activa tanto como se me truncó a mí en el momento del confinamiento hay ciertos estímulos y automatismos que la rodilla no percibe. Tengo ganas y también cabeza para saber que es un año largo de recuperación, que en teoría ya estoy bien pero que hay que tener calma

¿Es la Segunda División B esta temporada más complicada incluso de como la pintan por el sistema de competición?

Está claro que este año es un poco raro para todos y vamos a ser un poco conejillos de indias. Al Deportivo, si es un equipo que a priori va a proponer fútbol, que va a desplegar juego con balón, le va a venir muy bien porque solo va a haber dos partidos que dispute en hierba artificial. Eso en Segunda B no se suele encontrar, las encerronas son lo más común. En lo que más se puede ver perjudicado el Dépor es que después te enfrentas a los tres primeros del otro subgrupo con los puntos que ya se tenían. Si el otro subgrupo es más flojo o desigual puede que ahí se vea perjudicado.

Usted jugó en el Fabril de la temporada 2017-18, que se distinguía por un juego atrevido, ¿se ha roto ese estereotipo de la Segunda B como categoría física y en la que es complicado jugar?

Un filial es la antítesis del fútbol de Segunda B, y eso que nosotros teníamos un fútbol muy educativo de Cristóbal Parralo metido en la cabeza, que era presión alta, acabar rápido las jugadas, que el rival no respirase y éramos un equipo defensivamente muy rocoso, cada vez que metíamos un gol no perdíamos el partido. Si lo que pretende el Deportivo es llevar a cabo un fútbol vistoso y con el balón, yo soy de la idea de que vas a estar más cerca de ganar, pero hay que diferenciar y ser conscientes de que no van a llegar al Reina Sofía contra Unionistas y tenerlo fácil. Imagino que lo intentarán en Riazor, en el Helmántico, en Pasarón y en A Malata.

¿Cómo se percibe al Deportivo en la categoría? ¿Se le ve como un rival inalcanzable?

Para nada. La motivación que van a tener los equipos a los que se enfrenten va a ser total. Todos los equipos tienen la fecha señalada para jugar contra el Deportivo. Lo más importante del fútbol no es la técnica individual, ni la táctica, ni ser muy inteligente... lo más importante es la ilusión y la motivación que tiene el jugador. Enfrentarse al Deportivo supone un escaparate o como para mí en este caso encontrarme con viejos conocidos y dar mi mejor versión.

¿Temen por el desarrollo de la competición esta temporada en vista de que los contagios parecen inevitables en los equipos del fútbol no profesional?

Ahí va la responsabilidad de cada jugador. Yo y casi todos mis compañeros estamos haciendo un sacrificio enorme entrenando y yéndonos a casa. El régimen interno así nos lo indica. Casi no podemos ir ni a tomarnos un café a la Plaza Mayor y disfrutar de Salamanca, que es preciosa. Somos unos privilegiados en cuanto a la jornada de trabajo, tenemos un buen sueldo y en este caso ves truncada tu libertad, pero hay que ser conscientes de la situación porque puede afectar a una institución.