Ganar, ganar y volver a ganar. Es la única combinación válida para el Deportivo en su camino hacia la meta del ascenso. Objetivo bien definido, clarísimo y único para el equipo coruñés, que fracasará si no es capaz de regresar al fútbol profesional por la vía rápida, al primer intento. Mucha presión sobre los hombros del Dépor, el rival a batir por todos y cada uno de sus adversarios en Segunda B, empezando por el Salamanca. Con sus armas los de Sergio Egea tratarán de que se escapen los primeros puntos de Riazor, llamado a convertirse en un auténtico fortín, un feudo inexpugnable. Del rendimiento en casa dependerán buena parte de las opciones de éxito del equipo blanquiazul, obligado siempre a plasmar su teórica superioridad, también a domicilio, pero de forma especial en sus partidos como local.

El nuevo formato de Segunda B penaliza muchísimo cada error y solo sumando de tres en tres acabarán saliendo las cuentas. No hay tiempo para un aterrizaje suave en la categoría. El Dépor debe imponerse desde ya y pasar de las palabras a los hechos ahora que llega la hora de la verdad después de una pretemporada con más sombras que luces pero que, como todas, no sirve para nada, únicamente para llegar lo mejor posible físicamente al inicio de la competición.

Para el estreno liguero Fernando Vázquez solo tiene dos bajas: Héctor Hernández, lesionado en un aductor, y Diego Rolan, que viajó a Uruguay para completar los trámites burocráticos que le permitan competir en Segunda B. Los demás, todos a las órdenes del técnico de Castrofeito, que incluyó al fabrilista Adri Castro entre los 20 elegidos. Con 18 viajó a A Coruña Sergio Egea, y también con bajas. El mexicano Madrigal se quedó en Salamanca por un esguince de rodilla, mientras que el argentino Duma y el colombiano Arroyo aún no tienen toda la documentación en regla.

El técnico visitante planea salir con cinco atrás para contener al Dépor. Vázquez, por su parte, volvió a repasar ayer la defensa con tres centrales pero en principio apostará de inicio por el dibujo táctico que utilizó en los amistosos de preparación, con dos líneas de cuatro por detrás de los dos delanteros. Un sistema flexible que el técnico puede retocar en cualquier momento, según las necesidades, para enriquecer al equipo. Los 3.000 que estarán hoy en las gradas de Riazor se encontrarán con un primer once plagado de fichajes, mínimo cinco: el portero Carlos Abad, el central Granero, el medio Borges, el extremo Lara y el delantero Miku. Muchos alicientes, como la presencia del exfabrilista Uxío da Pena en la punta de ataque del Salamanca.