José Ramón González (Carreira, 1968) vivió la cara más dulce de los Deportivo-Compostela. Militó en los dos equipos y, como un apasionado del fútbol que le dedica "dos o tres horas mínimo" al día, ahora asiste con cierta tristeza al regreso de este clásico gallego en Segunda B.

Deportivo y Compostela vuelven a enfrentarse después de mucho tiempo, aunque quizá no de la manera que a los dos les gustaría...

No tiene nada que ver con lo de antes, eran equipos distintos, categorías distintas y jugadores distintos. Tiene un sabor amargo, sobre todo para el Dépor. El Compos puede estar entre Segunda y Segunda B, pero para el Dépor.... Me cuesta creerlo, pero es lo que hay. No sé muy bien cómo calificarlo.

¿Cómo recuerda aquella rivalidad de entonces?

Cuando estás en lo más alto y el rival es atractivo siempre hay ganas de un partido así. En ese momento el Compos estaba creciendo. De hecho el primer año que estuve allí fue el mejor de todos y el Dépor era un equipo grande que había conseguido títulos. Querías enfrentarte a ellos y era un partido de mucha rivalidad. Yo quería ganar porque me enfrentaba a antiguos compañeros y al equipo de toda mi vida.

¿Aguardarán este año los rivales al Dépor como en aquella época?

Todos quieren jugar contra el Dépor, es el rival a batir. Está en una categoría que no le corresponde y la presión que tiene en cada partido es muy alta.

¿Soportará esa presión?

Cuando me hablan de presión, después de mi experiencia y de ver el fútbol desde fuera, creo que existe menos cuando dominas más aspectos del juego, cuando te ves superior y eres mejor que cualquiera. La gente dice que tenemos mucha presión y yo digo que disminuye cuando eres mejor que los demás.

El Deportivo tiene la plantilla más poderosa, ¿pero tiene todos esos recursos que menciona?

No. Lo hemos visto en pretemporada y lo hemos visto en el primer partido. Un equipo no se puede basar, como dice el entrenador, en el aspecto físico. Los demás también pueden poner esa excusa. La preparación física está muy bien y hay que estar en un estado óptimo de forma, pero lo que importa más es el juego y lo que haces dentro del campo. Se tienen que dar dos cosas, el Dépor tiene que jugar bien y mejor que el rival. Lo que no puede ser es que juegue mal y peor que el rival.

¿Está preparado el Deportivo para eso, para imponerse a los rivales como parece que la mayoría le obligarán a hacer?

En líneas generales cualquier equipo sabe defender. Si cojo a un equipo y les digo que vamos a recular todos, en dos días sabe hacerlo. El problema es dominar el juego. Al Deportivo le queda muchísimo trabajo en el ataque, desde la salida de balón a la elaboración y la finalización. Los rivales van a estar esperando por detrás del balón en muchos partidos y el Deportivo va a tenerlo mucho tiempo. Si el Deportivo no ataca bien y hay desajustes lo van a aprovechar.

¿Qué echa en falta en el Dépor?

El problema es que el Deportivo llevará el balón hasta tres cuartos de campo sin problema porque el rival se lo regalará. En esos últimos 30 metros tiene dificultades porque le faltan jugadores con último pase y porque no genera ventajas, eso es labor del entrenador.

¿Ve al equipo adaptado a la categoría después de todo lo ocurrido durante este verano y del caso Fuenlabrada

Creo que eso está olvidado. Lo que más le preocupa a todo el mundo es que las cosas vayan bien este año y que haya resultados positivos. El problema es que el equipo vaya pinchando, porque entonces no solo entrarán dudas, sino también miedo. Eso es peligrosísimo. Para mí, y creo que es donde se equivocan, es un riesgo pensar que cada domingo es una final, porque es más presión para ellos. Si vas a una final te autoimpones un poco toda esa presión.

¿Cómo vivió todo lo ocurrido en los últimos meses?

Todo en la temporada te sorprendía, cambios de entrenador, de presidente... Todo fue además muy irregular y al final muy traumático y surrealista. Parecía una montaña rusa y eso no puede ocurrir.

¿Tiene en mente regresar al mundo del fútbol?

Todos los días. Me apasiona el fútbol. Me encanta.

Su hermano (Fran) y Valerón han vuelto al club, ¿lo hará usted también?

No. Si tengo alguna posibildad será dentro de muchos años. Ahora creo que no.

¿Todavía pesa la forma en la que se fue (José Ramón criticó la política de cantera al finalizar su etapa en el juvenil)?

Creo que estoy muy lejos de lo que piensan en el club sobre el fútbol, la cantera, el juego... Me gustaría entrenar y tener un buen equipo. Mi sueño, que no creo que vaya a lograr, sería tener un equipo. Primero para ser presidente y luego para ser entrenador y que nadie me echase (risas).

¿Qué haría en el Deportivo?

Hay que cambiar, pero de verdad, no poner a uno y luego a otro. El Dépor no deja de ser una empresa y no es distinto a lo que vemos en otros sectores. En el fútbol también hay que innovar. Necesitas gente con talento que trabaje desde abajo y con una metodología distinta.