Hernán Pérez Cuesta (Oviedo, 1981) se reencontrará el domingo con Fernando Vázquez, al que admiraba en El Requexón cuando él era juvenil y el técnico dirigía al primer equipo azul, en la temporada 1998-99: "Se preocupaba por la gente de abajo e iba a ver muchos partidos. Era muy cercano y siempre saludaba y te decía algo, a mí y a todos. Dejó muy buen recuerdo". Más de dos décadas después ambos son colegas de profesión en los banquillos, el asturiano al frente de Unionistas y el gallego al mando del Deportivo, obligado a adaptarse a la hierba artificial del Reina Sofía.

Se habla mucho de la superficie sintética del campo, ¿es para tanto?

No, de hecho es una cosa que no entendemos muy bien. El campo está nuevo. Tiene unas dimensiones estupendas, 105 x 68. Tiene un césped que sí es verdad que es de hierba artificial pero es de última generación. Tiene un sistema de regadío estupendo. Antes del partido regamos cuatro veces: dos una hora antes, otra antes del calentamiento y luego volvemos a regar en el descanso. No podemos regar más. A nosotros nos beneficia más un campo rápido y bueno que uno seco. Sí es verdad que está situado en una zona donde hay bastante viento y eso hace que se seque, pero el campo es una delicia. Evidentemente no tiene comparación con Riazor, que es un estadio magnífico con un césped magnífico de hierba natural, pero dentro de la Segunda B puede ser de los mejores campos artificiales que hay.

¿Le sorprende el flojo arranque del Deportivo?

Yo creo que es un poco previsible porque son futbolistas de categorías superiores y cuesta trabajo adaptarse. Encima, para todos los equipos que juegan contra el Dépor es el partido de la temporada. Quieres dar buena imagen, vas al 300% y eso les genera problemas. Conociendo un poco la plantilla, no tengo ninguna duda de que el Dépor, si hace las cosas normal, va a estar en la primera posición. Luego algún condicionante del fútbol, como las lesiones o algún factor externo, puede hacerles bajar al segundo puesto, pero no más. Creo que van a ser no solo campeones sino a ascender a Segunda A.

¿Cree que es el favorito número uno de los 102 participantes?

Yo sí. No tengo ninguna duda. Sé que nuestro subgrupo es complicado y el Pontevedra también tiene muy buen equipo pero es que creo que las competiciones las ganan las plantillas y el Dépor tiene una plantilla que creo que podría competir sin pasar apuros en Segunda División, luego para una categoría inferior no tendría que pasar ningún problema para ser campeón.

¿Qué se va a encontrar Dépor el domingo en Salamanca?

Un rival con una ilusión tremenda por enfrentarse al Deportivo, que es un equipo que no pinta nada en la Segunda B porque es de una categoría, o dos, superior; gente joven con muchísimo entusiasmo que está empezando. Hemos arrancado bien la temporada, estamos con confianza, con seguridad y vamos a tratar de ponerles las cosas muy difíciles porque vamos a tratar de ganar el partido.

¿Quieren combinar y no solo vivir del juego directo?

Sí. Es una de las condiciones que nos marcamos al confeccionar la plantilla. Buscamos gente a la que le gusta tener la pelota, ser dominadores, y si tenemos que recurrir al fútbol directo porque entendemos que en un momento determinado nos puede dar soluciones para ganar, lo haremos, pero nuestra idea es tener la pelota, mandar en cuanto a la posesión y buscar la portería contraria para ganar.

¿Tomarán más precauciones en el arranque ante el Deportivo?

Nosotros respetamos muchísimo al Dépor pero estamos en nuestro campo y vamos a ir a por el partido desde el minuto uno. No podemos especular porque a lo mejor esa especulación hace que el Deportivo, con la calidad que tiene, se ponga por delante y todo se complique. Nuestra idea de juego es buscar desde el principio la portería contraria y eso vamos a tratar de hacer. Enfrente hay un muy buen equipo y seguramente nos cueste trabajo pero no vamos a especular.

¿Cómo resumiría su filosofía como entrenador?

Un poco como he definido al equipo: alguien que está empezando, que tiene mucha ilusión, mucha ambición, una persona trabajadora a la que le gusta que sus equipos estén ordenados, sean verticales y busquen la portería contraria con el único objetivo de ganar. Si la manera es tener la pelota por abajo y dar 40 pases, trataremos de hacerlo, pero si la forma es que el portero busque el golpeo directo y haya una segunda jugada, si eso nos da la opción de vencer, lo haremos porque al final esto es un juego y se trata de ganar.

¿Qué referencias tiene de Fernando Vázquez?

Nada más que tengo palabras de admiración. Soy de Oviedo y cuando él entrenaba al Real Oviedo, yo estaba en las categorías inferiores, en juveniles. Desde que pasó Fernando Vázquez por Oviedo el club cambió porque entró una propuesta que en aquel momento era superllamativa, con una manera de jugar al fútbol muy bonita. El equipo hizo una buena temporada. Siempre le he tenido cariño, respeto y, sobre todo, admiración porque ha entrenado al equipo de mi corazón. El año pasado desde que cogió al Dépor hizo una grandísima temporada, lástima que no haya tenido un poco más de tiempo para conseguirlo [el objetivo de la permanencia]. Supongo que si se ha embarcado en este proyecto y en una categoría que seguramente no sea acorde al club, ni a los jugadores ni a su propio curriculum, será porque tiene muchísimas ganas y ambición. Vamos a respetarlo muchísimo porque seguramente cuando haya dudas él sabrá solucionarlas mejor que yo.

¿Lo trató en El Requexón?

Pasaron muchos años y él no me reconocerá, pero siempre se preocupaba por la gente de abajo. Tengo el recuerdo de salir a entrenar o a jugar, él estar allí trabajando y saludarnos. Siempre te decía algo, a mí y a todos. Es una persona cariñosa y cercana. Dejó muy buen recuerdo.

Por cierto, ¿aún le cuelga la etiqueta de ser el hermano de Michu?

Es un motivo de orgullo, siempre lo ha sido y siempre lo será. A pesar de que yo sea el mayor, él es muy conocido porque ha tenido una carrera profesional brillante. Dentro de la profesión me siento superrespetado porque a pesar de ser el hermano de Michu sí valoran mi trabajo, pero es un orgullo y no me importa para nada que me reconozcan por eso.