El Deportivo se presentará el domingo en el Reina Sofía de Salamanca para enfrentarse a Unionistas en una situación de cierta incertidumbre. Está por ver cómo se adaptará el equipo al césped artificial, de qué manera responderá después de dos partidos decepcionantes en los que no ha estado a la altura de las expectativas y qué herramientas emplea Fernando Vázquez para transformar a un conjunto que en sus primeros compromisos en la categoría dejó un reguero de dudas. El técnico se ha esforzado estos días en que sus jugadores se adapten a una superficie desconocida mediante dos sesiones en el campo de O Monte, a un par de minutos de la ciudad deportiva de Abegondo, en las que ha desplegado una batería de posibles soluciones a los males del equipo. El esquema, el papel de determinados jugadores y los planteamientos se han revisado sobre la hierba sintética en la que el Deportivo deberá empezar a enderezar su rumbo.

Vázquez ha estado especialmente participativo y enérgico en esos dos entrenamientos en San Tirso en los que trazó lo que parece un equipo más ambicioso. El denominador común de la propuesta en Salamanca pasará por una presión alta y coordinada, alejada del barullo en la que se convirtió el domingo pasado en Compostela. El equipo no consiguió entonces apretar arriba tal y como pretende el técnico, estirándose con el paso de los minutos y entorpeciendo la elaboración del juego. La manera en lo que ejecutará ese plan, sin embargo, está por ver.

La base será una línea defensiva de cuatro jugadores -"una línea de cuatro bien organizada defiende a un equipo entero", aseguró Vázquez ayer a la plantilla-, pero hacia delante probó dos variantes. El técnico ensayó con un 4-4-2 clásico, de manera que aparcó el esquema de los dos primeros partidos en los que utilizó a Nacho González por delante del centro del campo. El uruguayo no funcionó ahí y no parece que llegue en condiciones al partido de Salamanca debido a unas molestias que le han impedido entrenar en las dos últimas sesiones.

La otra posibilidad pasa por un 4-1-4-1 en el que uno de los centrocampistas se encargaría de iniciar el juego. No se diferenciaría demasiado del dibujo de los dos primeros partidos, aunque dependería de los jugadores escogidos por Fernando Vázquez.

Miku y Borges

Varios nombres están en el aire antes de visitar el Reina Sofía para el encuentro ante Unionistas. Uche Agbo podría ser por primera vez titular como acompañante de Álex Bergantiños en el doble pivote, lo que relegaría a Celso Borges al banquillo. Miku también podría entrar en la delantera si finalmente Vázquez se decanta por jugar con dos puntas.

La otra duda radica en la defensa y la presencia de Derik al lado de Mujaid. Borja Granero no se pudo ejercitar ayer debido a un golpe que sufrió en la sesión del miércoles y podría ser baja el domingo en la visita a Salamanca por unas molestias en una rodilla.