El Deportivo consiguió el domingo en Salamanca despejar parte de las dudas que rodeaban al equipo después de un inicio de temporada titubeante. El partido contra Unionistas, sin llegar a ser redondo, aplacó la desilusión provocada por la imagen de las dos primeras jornadas del campeonato. No era un compromiso sencillo para el conjunto blanquiazul en lo que se podía interpretar como la típica encerrona de una categoría a la que los de Vázquez todavía se están aclimatando. El rival se presentaba como un hueso en su campo de césped artificial, desconocido para un Dépor que pudo afrontar con más tranquilidad todo el duelo gracias al gol de Héctor Hernández cuando el cronómetro se acababa de poner en marcha.

E Un equipo más compacto. Si algo había provocado dudas contra el Compostela fue la manera en la que el equipo se descompuso cuando trató de ejecutar la presión que reclama Fernando Vázquez. El Deportivo terminó alargándose, incapaz de coordinarse para elaborar el juego y robar la pelota en las posiciones que desea su técnico. En Salamanca el domingo el equipo estuvo más junto y funcionó de manera más compacta. Gracias a eso mostró mayor fiabilidad en un partido en el que Unionistas apenas le puso en problemas. Salió así a relucir la solidez en la que suele basar sus equipos Vázquez, aunque eso conlleve renunciar a una mayor fluidez en ataque.

E Los problemas en la elaboración. El Deportivo ganó en consistencia, pero mantuvo las lagunas en la construcción del juego que arrastra desde la pretemporada. Fernando Vázquez insistió con el esquema que ha empleado desde el arranque del campeonato y se volvió a encontrar con dificultades para elaborar las jugadas en los últimos 30 metros del campo. Nacho González, titular de nuevo a pesar de que durante la semana apenas pudo ejercitarse con sus compañeros debido a unos problemas musculares, no encuentra su sitio en esa posición de enganche en la que lo sitúa su entrenador. El uruguayo fue, junto a Lara, la nota negativa en lo individual, pero otros compañeros mostraron una evolución positiva el domingo en Salamanca.

E Crecimiento de Borges y Uche. Los dos figuran como futbolistas estratégicos para el proyecto, pero no arrancaron bien la temporada. A los dos les falta todavía rodaje, pero la jornada pasada contra Unionistas dieron un paso adelante. El costarricense lució más unos metros por detrás cuando Álex tuvo que retrasar su posición a la defensa, mientras que el nigeriano se bastó para controlar con autoridad el centro del campo.

E Gandoy pide paso. El canterano volvió a tener minutos y dejó una vez más buenas sensaciones. El contexto le favorecía, con el rival en busca del empate y ya cansado para cerrar espacios, pero puso criterio en la parcela ofensiva, justo donde más lo necesita el Deportivo. Gandoy aguarda una oportunidad como la de Valín, que convenció como sustituto de Bóveda.