Son los que más mandan en el vestuario del Deportivo: Álex Bergantiños, Celso Borges y Eneko Bóveda, por este orden, los tres capitanes para la temporada 2020-21. Galones para lucir el brazalete blanquiazul pero también mucha responsabilidad de puertas para adentro. Les toca guiar al grupo, tanto en las buenas como en las malas, y asumen ese rol con orgullo, naturalidad y a la vez sintiéndose plenamente legitimados porque nadie los nombró a dedo, sino que fueron elegidos por votación de todos los integrantes de la plantilla. Tres capitanes por un ascenso, la meta única e irrenunciable a la que aspira el Deportivo en una categoría, la Segunda B, que no le corresponde por potencial, historia y afición.

"Se agradece que un grupo nuevo con gente joven que puede tener afinidades distintas siga confiando en mí o vea que puedo guiar un poco más en esa labor de capitanía", explica Álex, una temporada más el gran estandarte del Deportivo y todo un símbolo para la hinchada por su carácter ejemplar dentro y fuera del campo. "Que tus propios compañeros te elijan es un mensaje de confianza -celebra el recién retornado Borges-. Ser una de las personas a la cual ellos acuden es un síntoma de responsabilidad muy alto". Bóveda, por su parte, perdió el brazalete el verano pasado tras la llegada de Juan Antonio Anquela al banquillo y ahora lo recupera gracias al respaldo de sus compañeros: "Sí que te alegra el hecho de que te elija el vestuario porque significa que ve ciertas capacidades en ti para ayudar a resolver problemas e ir hacia adelante", argumenta el lateral vasco.

Los tres asumen esa misión cargados de orgullo, aunque nadie como Álex, coruñés y canterano, para expresar lo que significa ser capitán del Deportivo. "Siempre ha sido mi sueño poder llegar al Dépor y jugar en el equipo de mi ciudad. Cuanto más tiempo pueda alargar ese sueño, en la categoría que sea, estaré feliz de poder aportar y sumar. Y si tienes el honor de llevar el brazalete, con orgullo voy a a intentar siempre defender los valores que creo que tiene que tener el Dépor", garantiza el de la Sagrada Familia.

A Bergantiños le encantaría que pronto llegaran al primer equipo más futbolistas de su perfil, formados en las categorías inferiores. Mujaid, Valín y Gandoy son los otros futbolistas de la casa con ficha dentro de la plantilla profesional, a los que Álex espera que se vaya sumando nuevos talentos autóctonos que, como ellos, también sean capaces de dar el salto: "Ojalá podamos ver cada vez más gente de abajo y que este palo de caer a Segunda B sirva para ver más gente formada en Abegondo que identifique más al club y a la afición".

Juan Long, el pionero

Antes que Álex, Borges y Bóveda lucieron el brazalete leyendas como Fran, Donato o Mauro Silva en la era moderna del centenario club coruñés, cuya lista de capitanes la inauguró Juan Long en 1906. Todo un honor, un auténtico privilegio que queda grabado para siempre y abrillanta hasta el más laureado currículum. "Formar parte de ese selecto grupo de capitanes que ha tenido el Deportivo en su historia a uno lo llena y es tremendo para la carrera", asegura Celso Borges.

El internacional costarricense, de 32 años, vuelve a A Coruña en plena madurez dispuesto a convertirse en un jugador diferencial en Segunda B y con el objetivo de ayudar en todo lo que pueda, con su experiencia y su fútbol, a devolver al Dépor a la categoría de plata. También 32 cumplirá en diciembre Bóveda, mientras que Álex, de 35, volvió a demostrar su fiabilidad el pasado fin de semana ante Unionistas con una actuación notable como improvisado central.

Lo que sea por ayudar al Dépor desde donde toque en cada momento, dentro o fuera del terreno de juego, con o sin brazalete porque "la responsabilidad es de todos", según apunta Bóveda, y "la opción de aportar más allá de solo en el campo la tienen todos los componentes del equipo e incluso, por qué no, también la obligación".

El lateral vasco no pudo ayudar el pasado fin de semana en Salamanca debido a la lesión muscular en los isquiotibiales que sufrió en el partido de la anterior jornada ante el Compostela. Ya se encuentra mucho mejor y ayer, sobre el césped de Riazor, avanzó en su recuperación realizando carrera intensa, aunque todavía al margen del grupo. En principio no podrá reaparecer el domingo frente al Coruxo, pero sí estará listo para competir cuando se reanude el campeonato con la visita a Guijuelo, el fin de semana del 22 de noviembre.