Cuatro meses y ocho días de penitencia lleva Fernando Vázquez alejado del banquillo blanquiazul en los partidos del Deportivo, nueve contando el de hoy, por una cadena de sanciones que terminará este mediodía con el técnico viendo competir a su equipo de nuevo desde la grada, esta vez ante el Coruxo. Cuando se reanude el campeonato, el fin de semana del 22 de noviembre, el de Castrofeito podrá dirigir al conjunto coruñés desde la banda en el campo del Guijuelo, pegado al verde, su lugar natural. La condena de Vázquez empezó el pasado 30 de junio, cuando Ortiz Arias lo expulsó en el Heliodoro Rodríguez López. En principio iban a ser dos jornadas de castigo, pero luego le cayeron tres encuentros por su comportamiento en el túnel de vestuarios de La Rosaleda y después otros cuatro por dar instrucciones desde la grada durante el Dépor-Extremadura. En total, cinco partidos fuera el curso pasado y cuatro en la presente temporada, el último el de hoy en Riazor.

Vázquez sigue sufriendo por tener que ver a sus jugadores desde lejos, lo que le hace sentir "impotencia". Le sucedió en el tramo decisivo de la pasada campaña y también en el arranque del presente curso, con el Dépor todavía en proceso de construcción. "Yo sabía que el equipo me necesitaba al final del año pasado y también me necesita especialmente cuando empieza una competición porque las cosas no están tan claras y es muy importante estar cerca del equipo. Tengo muchísimas ganas de volver y, evidentemente, pienso volver para no volver a recaer, eso está claro", recalcó el técnico del Deportivo, que durante estos últimos meses ha tenido "mucho tiempo para pensar". "No voy a decir que estoy avergonzado pero sí que fue un error muy importante del que saco mis conclusiones y espero que no me vuelva a pasar, aunque en algún momento es inevitable", argumenta Vázquez.

Para el Deportivo-Coruxo de este mediodía el técnico volverá a subir a la grada de Riazor por última vez junto a su ayudante, David Sánchez, para analizar las evoluciones de sus jugadores en un partido que podría deparar para el Dépor el liderato en solitario del subgrupo 1A de Segunda B si los tres puntos se quedan en Riazor y el Zamora-Pontevedra de esta tarde (17.30 horas) acaba en empate. Sería el mejor colofón posible para el largo destierro de los banquillos que ha sufrido Fernando Vázquez.