Al Deportivo le siguen acompañando más los resultados que las sensaciones en este arranque de temporada. Avanza lento en cuanto a la construcción de equipo, pero lanzado en la clasificación. Cuatro jornadas le han bastado para auparse a lo más alto de la tabla con diez puntos de doce posibles, una marca más que notable. Líder en solitario tras el empate sin goles de ayer entre el Zamora y el Pontevedra, ambos ahora a dos puntos del equipo coruñés, que suma y sigue en su camino de regreso a Segunda. Gana puntos y a la vez tiempo para seguir mejorando. Puede y debe. El margen es grande. Ahora llega un parón que le debería servir para explorar nuevos caminos, sobre todo ofensivos, sobre los que avanzar cuando le toque reanudar el campeonato en el campo del Guijuelo el fin de semana del 22 de noviembre.

Hasta entonces, tranquilidad y confianza, las que le dan los tres triunfos y un empate con los que ha saldado sus partidos hasta ahora, y a la vez mucha autocrítica para saber que las cosas se pueden hacer mejor. Los buenos resultados le permiten al Deportivo trabajar en el día a día sin los agobios que le provocaría verse por debajo de varios rivales en la tabla, y más teniendo en cuenta el nuevo sistema de competición de Segunda B que penaliza mucho cada error.

La realidad es que nadie ha sumado más que el Dépor ni en el subgrupo 1A ni tampoco en el 1B. Le falta mucho fútbol, pero aun así está siendo capaz de ir sacando los partidos adelante, lo que invita a pensar que la línea ascendente será más pronunciada en cuanto todo empiece a fluir, especialmente de tres cuartos de campo en adelante. El regreso de Diego Rolan, al que el club espera para principios de semana, aumenta las posibilidades de Vázquez para el ataque. Si está lo suficientemente en forma, su estreno oficial con la camiseta blanquiazul será en Guijuelo.