Iris Arnaiz (Gijón, 1994) cumple su cuarta temporada en el Deportivo Abanca afianzada como una de sus jugadoras de referencia. La centrocampista y capitana analiza el difícil arranque de curso después de seis derrotas y antes de visitar mañana al Levante (16.00 horas).

¿Cómo están después de un inicio tan complicado?

El partido contra el Sevilla nos ha marcado a todas porque veíamos que habíamos conseguido una pequeña mejora y plantarle cara al rival durante todo el partido. No estábamos saliendo bien a los partidos y vimos que las dos partes fueron bastante regulares. Seguramente este inicio de temporada tendría que haber sido el del año pasado y no este, pero no nos queda otra que seguir trabajando.

A algunas jugadoras se les vio muy afectadas al final del partido...

A todas nos pesa este inicio de liga porque no lo esperábamos así. Sabíamos que era muy difícil porque el nivel ha aumentado y también el número de equipos que descienden. Ver que haces las cosas bien y no tienes resultados es lo que te mina un poco la moral. Ver que todo el trabajo que estamos haciendo no tiene recompensa da rabia porque es nuestro día a día.

¿Pesa la presión de igualar lo que hicieron la temporada pasada?

Creo que no es presión. Más que nada es que la gente genera unas expectativas, tiene en mente que podemos dar cierto nivel y no se está logrando. Hay que reflexionar un poco y ver por qué no lo estamos dando. Muchas de nosotras quizás deberíamos tener más peso en el equipo. El año pasado salían las cosas y se veía todo muy bien, pero ahora tenemos que dar todas un poco más porque se está demostrando que esto no basta.

¿Cuál es el diagnóstico de lo que le pasa al equipo?

Es que no lo sé. Si lo supiéramos ya habríamos tomado medidas. Supongo que hay mucha gente que es de fuera, que está lejos de sus familias y que en las circunstancias actuales de la pandemia se hace todavía más complicado. Eso al final te va mermando. Hay días que necesitas más apoyo que otros y no lo puedes tener porque tus compañeras también están fastidiadas. Las bajas también nos están afectando. Es un poco todo, porque también teníamos un modelo de juego muy claro y lo estamos modificando.

¿Tanto les han afectado las salidas de este verano o se le está dando demasiada importancia?

Se fueron tres jugadores titulares (Teresa Abelleira, Nuria Rábano y María Méndez), pero también otras que jugaban y sumaban. Teníamos el lema de Un único latido y esa etapa se acabó, ahora es otra totalmente diferente. Los clubes y los equipos son así, cada año van cambiando. Lo malo es que estamos en una mala racha y necesitamos conseguir puntos para coger confianza. Lo he pensado mucho estos días: cuando salen las cosas bien te motivas muchísimo, pero cuando no salen empiezas a dudar de ti misma. Te empiezas a plantear muchas cosas que no sabemos gestionar porque llevamos dos años de resultados muy buenos. Es difícil porque estamos acostumbradas a ganar.

¿Cómo se gestiona eso de no perder prácticamente un partido en dos años y de repente no ganar ni uno solo?

Como podemos. Los ánimos dentro del vestuario están bastante bien a pesar de la falta de victorias porque sabemos que van a llegar. El ambiente es súper bueno y hemos congeniado muy bien con las jugadoras nuevas. Por eso tampoco estamos preocupadas.

¿Disfrutan jugando como antes?

Es lo que nos decía Manu (Sánchez) el otro día, que intentáramos disfrutar, pero cuando llevas tantos resultados negativos no lo haces. No disfrutas en el sentido de que ya vas pensando qué puede pasar. Es una especie de presión que te generas inconscientemente.

¿Cuánto echan de menos a la afición en Abegondo en esta situación complicada?

Es fundamental. Se vio el otro día en Riazor, aunque hubiera 150 personas parecía que había más. Juegas de diferente manera y te motivas más, pero tampoco tiene que ser una excusa porque todos estamos igual.

Pero como Abegondo no había nada en la liga...

No. Como Abegondo no había ningún campo. Los rivales venían y pensaban que la afición se les echaba encima. Se notaba porque había muchísima gente y lo tenían muy en cuenta.

Empiezan a surgir quejas por los aplazamientos de varios partidos debido a los contagios y la posible adulteración que eso representa de la competición, ¿qué le parecen esas críticas?

Beneficia a quien lo solicita si se lo permiten. El protocolo no es igual que el de la liga profesional masculina y se debería de mirar. No creo que sea lógico que por tener solo un positivo o un contacto estrecho se suspenda o se aplace un partido. Se está perjudicando a muchos equipos, pero nosotras tenemos que seguir jugando. Los que lo tienen que corregir son otros, pero para mí no es justo.