Javier Tebas, presidente de LaLiga, disparó ayer contra la Xunta, a la que acusa de "preparar pruebas" para el expediente abierto por el Gobierno gallego el pasado 30 de julio a la patronal del fútbol español y al Fuenlabrada. El club madrileño se había desplazado a A Coruña el 20 de julio, para disputar la última jornada de Liga en Segunda División, a pesar de contar con varios positivos por Covid-19 en su expedición. "Ha habido un incumplimiento muy grave de los protocolos [sanitarios]", había dicho Alberto Núñez Feijóo en aquella fecha. No le gustó al dirigente de la LFP, que había decidido no hablar de este asunto "por la presión exagerada" que hubo en A Coruña y en Galicia, a pesar de que la situación "estaba controlada, porque no ha habido ningún contagio; nuestro protocolo lo controló", aseveró Tebas sobre la situación de la expedición del Fuenlabrada en la ciudad coruñesa, donde alcanzó los 28 positivos. Pese a este dato, se permitió frivolizar al asegurar que "el que se conoce como Caso Fuenlabrada, se va a conocer como el Caso Xunta".

Ahora, casi cuatro meses después del viaje del equipo madrileño a la ciudad coruñesa, Tebas vuelve a insistir en el buen hacer de LaLiga en aquel asunto y aprovecha para criticar a Feijóo y a la Consellería de Sanidade, en un foro organizado por Marca. "A los dos días, sin saber nada y de oído salió a decir que ha habido un caso gravísimamente negligente de LaLiga y un club", dijo sobre el presidente de la Xunta. "No es de recibo que el consejero de Sanidad mande e-mails para ver quién es el instructor de la información reservada y nombren de instructor a un deportivista. Además lo pone en un e-mail. Desaparecen esos e-mails de un expediente, pero están en otro lado. No es de recibo que la instructora que lleva el caso en una prueba testifical diga a un testigo-funcionario: 'Fue en los papeles que te enseñé el otro día'... Viendo cómo están preparando las pruebas o las testificales", afirma, sin aportar pruebas, el presidente de la patronal sobre la actuación de Sanidade.

Javier Tebas avaló el viaje del Fuenlabrada a A Coruña el 20 de julio a pesar de contar con tres positivos por Covid-19, según las pruebas realizadas el sábado anterior, día 18. Los tres afectados se quedaron en Madrid, pero ese lunes día 20, fecha del partido de Riazor, el club madrileño no se presentó en el estadio y programó el vuelo de regreso para las 22.30 horas, cuando el encuentro estaba señalado para las 21.00, horario unificado para toda la jornada. Esa tarde, médicos del Sergas acudieron al hotel de concentración, pues sobre las ocho de la tarde, Sanidade es conocedor de que seis miembros más de la expedición dan positivo y obliga a los 46 expedicionarios a mantener una rigurosa cuarentena.

Ese día se disputa la totalidad de la jornada, excepto el Deportivo-Fuenlabrada. Los resultados dan con el equipo coruñés en Segunda B aun sin jugar. LaLiga y la FEF deciden que solo se suspenda ese encuentro y que todos los demás se disputen. El Fuenlabrada tenía a la hora del partido ocho casos positivos, seis en A Coruña. El 23 de julio la Xunta abre expediente informativo; ese mismo día se declaran otros doce positivos en el club madrileño; ya alcanzan los veinte en el hotel coruñés. Uno de los futbolistas tiene que ser hospitalizado unos días. El 24 de julio, Javier Tebas, propone dar la Liga por finalizada para que se pudiesen disputar los play off de ascenso a Primera. El instructor del expediente abierto por el Comité de Competición, el 30 de julio, propuso, de forma cautelar, dar el partido por perdido al Fuenlabrada, y denunció "ocultación" de la situación de los integrantes de la expedición del club madrileño antes de viajar. Ese mismo día, la Xunta abre el expediente a LaLiga y al Fuenlabrada.

Un proceso en el que resultó condenado el Deportivo, "el único que no es culpable", según el juez instructor de la Federación Española de Fútbol, que en su conclusiones de 15 de agosto propone el descenso del Fuenlabrada, entre otras sanciones. Ocho días antes, el instructor nombrado por LaLiga había decidido archivar el caso, ya que entendía que el club madrileño había cumplido los protocolos sanitarios. Le tocaba el turno al Consejo Superior de Deportes (CSD), que el 22 de julio había emitido un comunicado durísimo contra el Fuenlabrada, al que acusó de "saltarse los protocolos" y dijo que "nunca debió viajar" a A Coruña. "La actuación del Fuenlabrada ha puesto en riesgo la salud pública", decía el CSD en su escrito. Ese CSD que el 27 de agosto se alió con Tebas y votó contra la existencia de una Segunda División con 24 equipos, que era lo que proponía la FEF. Ese CSD que antes, día 26 de agosto, había validado la resolución del juez de instrucción de LaLiga de archivar el caso y le negaba potestad al Comité de Competición para decidir.

Con el Deportivo en Segunda División B, también el Numancia, la solución pasa por lo que decidan los tribunales de justicia. Desde el día siguiente la suspensión del Deportivo-Fuenlabrada, Javier Tebas tenía claro que el Deportivo no jugaría en Segunda División. "No habrá Liga de 24 equipos", sentenció. Y a su vera los principales responsables de los equipos de LaLiga, en especial los madrileños. Se queja ahora de la presión que sufrió: "En el fútbol, cuando tienes un problema en la ciudad de origen, tienes todo en contra". "Había vivido presiones otras veces, en el que caso del Elche o del Murcia, en el caso de las alcaldesas o presidentes de comunidades, pero lo que ha pasado en este caso es increíble", añadió Tebas Medrano. Para el dirigente de LaLiga, desde A Coruña "se intentó salvar la categoría con malas artes"; pero era "cuestión de integridad deportiva". No como hace él, que cobró por asesorar al Fuenlabrada, equipo en el que su hijo ocupa un cargo profesional;. o como cuando quiso vetar al juez instructor, ante el que se negó a declarar (6 de agosto); o cuando intentó que se suspendiese el expediente que el Comité de Competición había abierto al Fuenlabrada (10 de agosto); o cuando presentó una denuncia contra Álex Bergantiños, que es detenido a las puertas de su casa por dos agentes venidos expresamente desde Madrid (5 de agosto). También esto es "cuestión de integridad deportiva".