Cuatro metros menos de largo y tres menos de ancho. 101 x 65 son las dimensiones del rectángulo de juego del Municipal Luis Ramos de Guijuelo, frente a los 105 x 68 de Riazor. Una diferencia no demasiado grande, pero a tener en cuenta. Toma nota Fernando Vázquez, que ayer achicó el campo 3 de Abegondo, sobre todo a lo ancho, para que sus jugadores se vayan acostumbrando a las condiciones en las que tendrán que competir el domingo en Guijuelo. Campo más pequeño que Riazor y, además, con la dificultad añadida de la superficie sintética. Una nueva prueba para comprobar la capacidad de adaptación del Deportivo a las peculiaridades de la Segunda División B.

El equipo coruñés ya sacó adelante con oficio su primer partido sobre hierba artificial, frente a Unionistas en el Reina Sofía (0-1), pero el domingo en el Luis Ramos la dificultad será aún mayor porque su césped no está en tan buenas condiciones como el salmantino. El balón corre rápido y bien cuando está recién regado, pero al secarse se resiente. Baja el ritmo y aumentan los botes y trayectorias irregulares de la pelota. Un hándicap que el Dépor deberá superar para demostrar su teórica superioridad.

El domingo le esperan muchas disputas, segundas jugadas, fútbol directo y duelos individuales en espacio reducido. De ahí la apuesta de Vázquez por estrechar el terreno de juego para obligar a sus futbolistas a tener que revolverse con poco espacio. Ayer incidió sobre todo en la salida de balón acotando el campo por las bandas mediante conos para dar menos margen a los laterales. Bóveda y Salva, recuperados de sendas lesiones en los isquiotibiales, apuntan al once, con Mujaid de nuevo fijo en el eje, más Granero y Álex optando a acompañar al riojano en el centro de la defensa.

Lara y Keko repetirán desde las bandas, con Uche Agbo de nuevo formando pareja en el doble pivote con Celso Borges, que se incorporará hoy al trabajo en Abegondo tras los dos amistosos que disputó con Costa Rica. Para el ataque hay más dudas, con Borja Galán con opciones de entrar por Nacho González para formar a la espalda del delantero centro, Beauvue o Miku.

"Sin excusas"

El ariete venezolano se refirió ayer a la obligación que tiene el Deportivo de salir a ganar siempre, independientemente de las dificultades añadidas como puedan ser las condiciones del terreno de juego. Miku jugó un amistoso "hace muchísimos años" en el campo del Guijuelo", cuando militaba en el Salamanca, y guarda un "lindo recuerdo" de aquella experiencia porque le "regalaron un jamón". Quince años después, será otra historia porque regresa con el Deportivo y en competición oficial. Pese a las dimensiones y al césped artificial del Luis Ramos, considera que "este equipo tiene que saber sobreponerse a eso". "Somos el Dépor y no puede haber excusas", argumenta.

"La cancha no es un problema, el rival no tiene que ser un problema, los balones, el aforo, que no haya público... Al final, lo que tiene uno es el escudo, todo lo que eso representa y lo que pesa, y solo por eso, por la masa social y por la dignidad propia, hay que dar el 100% en cada partido, independientemente de las circunstancias externas", añadió Miku antes del entrenamiento de ayer en Abegondo.